La Reina y la primera dama de Corea visitan la sede de la ONCE
▶ Compraron dos cupones con la fecha de inicio de las relaciones diplomáticas entre países
En el marco de la visita de Estado del presidente de la República de Corea, Moon Jaein, y su esposa, la cantante de música clásica Kim Jung-sook, en la mañana de ayer la Reina ejerció como anfitriona de la primera dama en Madrid.
A las once de la mañana, Doña Letizia recibió en la puerta de la Fundación ONCE a Kim Jung-sook. A la primera dama le acompañó la esposa del embajador de la República de Corea en España, AHN Jonghee, y varios miembros de la delegación que han viajado con ella y el presidente a España. Todos ellos se unieron a la Reina y al resto de autoridades, entre las que se encontraban la ministra de Defensa, Margarita Robles; al presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda, y al vicepresidente primero del Consejo General de la ONCE, Alberto Durán.
Tras la llegada de Kim Jung-sook, Carballeda dirigió al reducido grupo de asistentes unas palabras de bienvenida, en las que agradeció la presencia de Su Majestad y de la primera dama. A continuación les explicó la labor que desarrolla el Grupo Social ONCE, «un modelo único en el mundo de inclusión social y laboral de personas ciegas o con discapacidad que, desde España, trasladamos y ponemos a disposición de todo el mundo».
Carballeda destacó también cómo la organización representa una parte destacada de la marca España, especialmente en la imagen de la cobertura social y laboral de las personas con discapacidad por parte de la sociedad civil organizada
Doña Letizia y Kim Jungsook
conocieron de primera mano las iniciativas que desde Fundación ONCE y ONCE realizan para impulsar la formación, el empleo, la accesibilidad y el uso adecuado de las nuevas tecnologías para personas ciegas o con otra discapacidad.
En la sala de exposición ‘Cambio de Sentido’, la Reina y la primera dama surcoreana disfrutaron de la muestra ‘Dos miradas sobre una misma realidad’, que incluye obras de artistas con y sin discapacidad que en algún momento han participado en las Bienales de Arte de Fundación ONCE. Mercè Luz, jefa del departamento de Cultura y Ocio de Fundación ONCE, mostró a Doña Letizia y a Kim Jungsook algunas de las obras expuestas más características.
Desde que su marido fue nombrado presidente en 2017, Kim Jung-sook ha centrado su trabajo en iniciativas que puedan facilitar la vida de las personas mayores, o que sufren alguna discapacidad, en Corea del Sur. Por ello, antes de concluir el recorrido, la primera dama entregó a Miguel Carballeda un reloj en sistema braille fabricado por una empresa coreana.
Al terminar, ya en la calle, la Reina y la primera dama se acercaron a un vendedor de la ONCE que había en la puerta. Compraron dos cupones cada una con el número conmemorativo del inicio de las relaciones diplomáticas de España y Corea, el 17 de marzo de 1950. De las que precisamente se ha cumplido el 70 aniversario. Ambas se intercambiaron los cupones con el número 17350 y el número 50317. e entristece hablar en pasado de Gustavo Villapalos, amigo de sus amigos y un referente en algunos aspectos de mi vida, entre ellos la poesía, de la que no muchos saben que era un admirado lector y conocedor. Traté cercanamente durante años al catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones que nos ha dejado para mí inesperadamente. Leo que padecía problemas renales, pero los desconocía. Madrid, al cabo, distancia en su laberinto muchas relaciones de amistad. La cercanía entre los dos se hizo mayor durante su paso por la política, fichado por Alberto Ruiz-Gallardón como consejero de Educación, Cultura y Deportes en su primer Gobierno madrileño. Asistí a aquel fichaje como piloto de la Educación en la Comunidad a la que se unieron las competencias de Cultura cuando, en 1995, el primer presidente madrileño del PP decidió proponerme como presidente de la Asamblea de Madrid; la Cultura quedaba en muy buenas manos. Fue consejero entre 1995 y 2001.
Como político Villapalos fue un buen gestor y de acción hábil. Aquel primer Gobierno de Ruiz-Gallardón contó con personalidades de altura forjadas fuera de la política y que llegaban a ella para aportar experiencia, buen hacer y rigor. Esa experiencia que ahora se valora tan poco. Recuerdo, junto a Villapalos, el caso de Luis Blázquez. Gustavo Villapalos llegaba del mundo de la Universidad en la que había sido catedrático desde 1976, con 26 años, decano de la Facultad de Derecho, desde 1984 a 1987, y rector de la Complutense desde 1987 a 1995, años difíciles en los que demostró su mano izquierda, su buen hacer, y su actividad incansable. ¿No son estos valores que precisa la política? Su formación de jurista e historiador, su experiencia de gestor, y su portentosa habilidad para sacar adelante sus iniciativas, deben tenerse en cuenta a la hora de enmarcar su acción como responsable de una de las áreas más complejas y delicadas de todo Gobierno.
Creó la Universidad Rey Juan Carlos y dio luz verde a la Universidad Francisco de Vitoria
MDurante la presidencia de Ruiz-Gallardón, siendo consejero de Educación Villapalos, en 1996, se creó la Universidad Rey Juan Carlos. También se dio luz verde a la Universidad Francisco de Vitoria, hasta entonces un centro de enseñanza superior no autónomo. La labor de Villapalos como autor en las materias de su especialidad fue eminente. Entre sus estudios destaco ‘Momentos decisivos en la Historia de España’, escrito con Enrique San Miguel, también un reputado especialista. Publicó obras en la materia de la Historia y el Derecho como ‘Los recursos contra los actos de gobierno en la Baja Edad Media’ y ‘Los recursos en materia administrativa en Indias en los siglos XVI y XVII. Notas para su estudio’.
Fue presidente de la Fundación Universitaria Española. En 1997 fue elegido académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Era miembro de la Orden del Imperio Británico, de la Legión de Honor (Francia) y de las Órdenes del Mérito de Italia y de Portugal. Su dedicación universitaria recibió numerosos reconocimientos. Doctor Honoris Causa de las Universidades españolas Rey Juan Carlos y Francisco de Vitoria, y de varias universidades extranjeras.
Personalmente le debo su exquisito prólogo a mi libro ‘Revelaciones’, de 1988, Premio Francisco de Quevedo, en el que con excelente prosa evidenció su conocimiento de la poesía y su sensibilidad tanto como su generosidad. Era una personalidad singular, entregado siempre a la amistad y al trabajo. Descanse en paz.