Denuncia el intento de expulsar al PP como alternativa a la «alianza radical» del Gobierno
Casado avisa de un pacto entre Sánchez y los separatistas para cambiar de régimen ▶
Mientras Pedro Sánchez estaba ayer en el Liceo de Barcelona para confirmar ante la ‘sociedad civil’ catalana su intención de indultar hoy, martes, a los golpistas, Pablo Casado se reunió a la misma hora con todos los diputados y senadores del PP en el Parlamento nacional. Desde ahí advirtió del pacto «trampa» que, según denunció, están negociando el presidente del Gobierno y los separatistas para cambiar el régimen y expulsar al Partido Popular como alternativa posible.
El líder del PP llegó al Congreso con una nueva encuesta, en este caso de Sigma Dos para Antena 3, que sitúa a su partido en primera posición, con 37 diputados más que el PSOE. «Hemos consolidado al Partido Popular como la única alternativa a la alianza radical de Sánchez», subrayó Casado a modo de bienvenida. Desde esa situación de fuerza, el líder del PP lanzó un mensaje firme contra los indultos y describió una situación política de alto riesgo, ya que podría llevar, según alertó, a la desaparición de España tal como se la conoce, y también del Partido Popular. Ese, dijo, es el objetivo último que buscan los nacionalistas y el ‘sanchismo’.
En el PP ven a Sánchez «arrodillado ante los independentistas», dispuesto a ceder lo que haga falta para perpetuarse en el poder, incluida la demolición del Estado de Derecho, como aseguró Casado en su entrevista en ABC el pasado domingo y ayer ante los diputados y senadores del PP. Desde la dirección nacional pusieron en marcha por la tarde la campaña «Sánchez no, Cataluña sí», para denunciar los engaños del presidente del Gobierno a los electores.
Según Casado, el PSOE, Podemos y los nacionalistas no están intentando hacer el Gobierno que pueden, sino el régimen que quieren, «un régimen sin espacio para una alternativa con una crisis inducida por la izquierda y los separatistas sobre el propio sistema político e institucional». A su juicio, Sánchez está utilizando todo lo que está pasando en Cataluña como coartada para avanzar hacia ese cambio de régimen. «No está intentando aprovechar una oportunidad histórica para arreglar un problema nacional. Sánchez aprovecha ese problema causado por el supremacismo de sus socios y el apaciguamiento del PSOE para dar continuidad a su proyecto de cambio de régimen», avisó.
El proyecto de Sánchez para «desarmar el Estado» tiene varias iniciativas «letales» para España, según Casado. En primer lugar, «usa una medida de gracia para dar un golpe de gracia a la legalidad». En segundo lugar, «pretende asentar la impunidad modificando el delito de sedición a la carta de los fugados que aún no han sido juzgados». Además, continuó Casado, quiere limitar la efectividad del Tribunal Constitucional, permite que el Consejo de Europa ponga en duda la calidad democrática de nuestra Justicia, pretende hacer un referéndum con la excusa de recuperar el Estatut inconstitucional, reactiva la mesa de amnistía que hablaba de una monarquía, justicia y fuerzas de seguridad no democráticas y un relator internacional, se niega a apoyar la tipificación de referéndum ilegal y blinda un segundo ‘procés’ manteniendo las estructuras irregulares de la Generalitat, el adoctrinamiento educativo y la propaganda de los medios públicos.
Todo ese «desacato a la legalidad y desfalco a la soberanía» fue, según Casado, lo que Sánchez presentó ayer en formato de «ópera bufa» en el Liceo de Barcelona, «con una platea subvencionada por los fondos europeos, un palco virtual en Lledoners que ha escrito el libreto, y una fila 0 en Waterloo que en vez de aplaudir ha empezado a patear hoy mismo».
Casado defendió el «reencuentro», pero en la Constitución y en la ley: «Ahí nos reencontramos con quien sea, porque solo ahí cabemos todos y solo ahí podremos convivir».
Pero ese no es el reencuentro que quieren Sánchez y los independentistas, según el líder del PP, quien advirtió de un «pacto de los indultos trampa» para acabar con España y con su partido. Lo describió así: «Los nacionalistas quieren que España y lo que representa deje de existir. Sánchez quiere que el PP y lo que representamos deje de existir. Los nacionalistas necesitan a Sánchez para que España deje de existir, y Sánchez necesita a los nacionalistas para que el PP deje de existir».
En su intervención ante los diputados y senadores del PP, Casado se refirió a los CDR, que le estuvieron siguiendo a él y a otros dirigentes del PP para atentar contra ellos. «Aún no he oído una condena como las que se exigían durante la campaña madrileña a los sobres de balas y navajas», criticó. Pero fue más grave aún, porque, según remarcó, el Gobierno tuvo conocimiento de estos hechos durante la campaña electoral de noviembre de 2019: «No solo no nos informaron, sino que negaron esta información cuando les preguntamos». Por eso anunció que se reserva las acciones legales oportunas para determinar «la incompetencia o las responsabilidades que correspondan».
Los barones del PP se pronunciaron en la misma línea contra los indultos. Isabel Díaz Ayuso aseguró que supondrán «el final del sanchismo», mientras que Alfonso Fernández-Mañueco y Juanma Moreno los calificaron de inútiles porque los separatistas ya han dicho que lo volverán a hacer.
«Reencuentro, sí: en la Constitución y en la ley. Ahí nos reencontramos con quien sea, porque solo ahí cabemos todos y solo ahí podremos convivir»