Los hoteles aceleran la venta de inmuebles
as grandes cadenas hoteleras comienzan a deshacerse de sus activos inmobiliarios para cuadrar sus cuentas. Ante el agujero que la pandemia provocó, y sigue provocando, en los resultados, las compañías se lanzan en la búsqueda de liquidez para poder mantener sus planes una vez pase la tormenta. Y entre todas las fórmulas posibles, la venta de los hoteles en propiedad se presenta como la más factible para recibir más rápidamente el dinero. De esta manera, NH, Meliá, Riu y Palladium empiezan a colocar el cartel de ‘se vende’ en algunos de sus inmuebles, y desde el sector no se descarta que más empresas hagan lo mismo a lo largo del año.
Como informó ABC, los fondos llevan meses presionando a los hoteles para captar suculentas rebajas por sus edificios, sin conseguirlas finalmente ya que los propietarios se resistieron a malvender sus activos. Así, se produjeron pocas ventas, y las que se llevaron a cabo, con Barceló como principal protagonista, fueron muy beneficiosas para las cadenas. Ahora, después del retraso de la recuperación del turismo, que actualmente depende muy y mucho de las decisiones que se tomen desde el Reino Unido, el baile de ventas se ha acelerado. Las empresas necesitan que su deuda decrezca y por eso comienzan a colocar en el mercado aquellos edificios menos estratégicos.
«Nuestra visión es que esto va a continuar a lo largo del año. Ha habido mucha necesidad de liquidez en el sector hotelero porque la recuperación todavía no ha llegado. Está siendo un periodo de transición más que de recuperación», explica a ABC el director nacional de CBRE Hotels, Jorge Ruiz. Además, otro factor que juega en contra de las cadenas es que a medida que las restricciones a la movilidad se vayan levantando, sobre todo en lo referente a los viajes internacionales, se espera que el Gobierno elimine las ayudas de ERTE e ICO. «Eso meterá más presión en el sector para que tenga que desinvertir activos con el fin de poder acceder a la liquidez. La situación actual no es circunstancial; va a seguir
LHay un hecho en común en la mayoría de las transacciones. Ante el traspaso de la titularidad del inmueble a un tercero, los hoteles tratan al menos de poder seguir ocupando el edificio, ya sea en régimen de alquiler o de gestión. Esta fórmula, denominada ‘sale lease back’, contenta a las dos partes. El comprador adquiere el edificio y se asegura una renta futura mientras que las compañías se aseguran seguir explotando un destino.
Aunque este método también es un arma de doble filo para las cadenas que se quedan en el edificio en régimen de arrendamiento. «Los arrendamientos son mortales. Todo el que está con arrendamientos se la pega», comenta a este periódico Ivar Yuste, socio director de PHG, que señala que en esta crisis han sufrido más las compañías que tenían muchas rentas de alquiler. Un buen ejemplo de ello es el caso de NH, que tiene 232 hoteles de los 361 que explota en todo el mundo en arrendamiento. Una carga en sus cuentas que le provocó pérdidas de 371 millones en 2020 y de 124 millones en este primer trimestre. Para hacer frente a este agujero la compañía ultima la venta del NH ‘Gran Hotel Calderón’, de Barcelona, a un fondo por 125 millones de euros, donde se quedaría en régimen de alquiler durante varios años. Aparte de desprenderse de este inmueble, la multinacional hotelera ha ejecutado un ERE para 187 personas y ha realizado una emisión de 400 millones en obligaciones para lograr liquidez e ir aplazando diferentes vencimientos de deuda.
Meliá busca ganar hasta 200 millones de euros con la desinversión de activos. Para ello ha llegado a un acuer