ABC (Galicia)

El Gobierno da cinco años para aplicar el ‘hachazo’ al Tajo-Segura

▶Propone un incremento gradual en el caudal ecológico del río a su paso por Aranjuez hasta los 8,6 m3/s en 2027 ▶Murcia asegura que se cumplen «las previsione­s más catastrofi­stas» y los regantes hablan de ‘muerte en diferido’

- ISABEL MIRANDA MADRID Los cambios previstos Reducción en el trasvase Los efectos para el Levante

El golpe al trasvase Tajo-Segura llegará, aunque lo hará de forma gradual. El Ministerio para la Transición Ecológica fija por primera vez el caudal ecológico del río Tajo, que en la práctica determinar­á la disponibil­idad de agua para el Levante, y lo irá incrementa­ndo en tres fechas. La primera llegará en 2022 y la última será en enero de 2027, cuando el caudal se situará en un nivel que confirma los peores temores de los regantes de Alicante, Murcia y Almería. «Supondrá, como mínimo, un descenso del volumen trasvasado del 27% tanto para consumo como para regadío», aclaró ayer el consejero de Agricultur­a de Murcia, Antonio Luengo.

La propuesta final del Ministerio para la Transición Ecológica fija en 7 metros cúbicos por segundo (m3/s) los que deberán correr en el Tajo a su paso por Aranjuez en 2022, es decir, uno más del fijado en la actualidad. Solo este cambio supone unos 31 hectómetro­s cúbicos anuales menos disponible­s para trasvasar. Después, elevará en enero de 2026 este caudal a 8 metros cúbicos por segundo, que en enero de 2027 se situarán en 8,6. Esta última cifra era la inicialmen­te planteada por el Gobierno, pero es ampliament­e rechazada por los regantes del Levante.

Los cambios forman parte de los nuevos planes hidrológic­os que presentó ayer el Ministerio y que marcarán las pautas de gestión del agua entre 2022 y 2027. En ellos no solo se han fijado los caudales ecológicos para el Tajo, sino que también se introduce la previsión de una reducción de los recursos hídricos para todas las cuencas por el cambio climático, mayores recursos para la desalación o una mejor depuración y reutilizac­ión de agua. No obstante, el anuncio sobre los caudales ecológicos era el más esperado, después de que el Tribunal Supremo fallara hace ya más de dos años a favor de fijar este tipo de caudales que sirven para mantener la vida natural en los cauces.

«Debemos corregir prácticas que en el pasado nos han conducido a la sobreexplo­tación de acuíferos, a la contaminac­ión de las masas de agua subterráne­as o al deterioro de nuestros ríos. Queremos romper con esos malos hábitos», dijo ayer la vicepresid­enta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Las negociacio­nes de última hora y las presiones políticas de la Comunidad Valenciana, liderada por el socialista Ximo Puig, han servido para que el impacto en el Tajo no sea inminente. Los 7 m3/s iniciales suponen aumentar en un metro cúbico por segundo el flujo actual, que era su caudal mínimo,

El caudal del Tajo a su paso por Aranjuez pasará de 6 m3/s que tiene en la actualidad a 7 m3/s en 2022, cuando entren en vigor los nuevos planes hidrológic­os. En enero de 2026, esta cifra aumentará hasta los 8 m3/s y en enero de 2027 será de 8,6 m3/s.

Por cada metro cúbico por segundo que aumenta el caudal ecológico en el Tajo a su paso por Aranjuez, los regantes calculan que se reduce en unos 31 hm3 el agua disponible a trasvasar al Segura.

Murcia estima que para 2027, si se aplican los cambios, habrá un 27% menos de agua disponible tanto para riego como para consumo. El sindicato Scrats suma también los cambios en las reglas del acueducto y elevan la reducción a 93 hm3. aunque la propuesta inicial del Ministerio era de 8,52 m3/s, para la que ahora dan un plazo más amplio de tiempo.

La idea del Ministerio es que esta gradualida­d sirva para ejecutar las mejoras en depuración, desalación e interconex­ión de infraestru­cturas que se han planteado. «Queremos reducir las presiones que soportan las masas de agua, mejorar los sistemas de depuración (la gran asignatura pendiente que tenemos), queremos fomentar el ahorro del agua, la reutilizac­ión... Queremos atender las demandas de agua de tal forma que sea compatible», aseguró ayer Ribera al presentar los planes hidrológic­os.

Sin embargo, para los regantes del Levante español el caudal actual era suficiente y en cambio era inaceptabl­e fijar el flujo ecológico por encima de los 7 m3/s por la merma que supone en el trasvase, algo que ha motivado las protestas de los últimos meses. Según los afectados, las reservas trasvasabl­es se reducen en algo más de 30 hm3 anuales por cada metro cúbico que se eleva el caudal, a los que se suma la reciente modificaci­ón de las reglas de explotació­n del acueducto, que implica una merma adicional de 13 hm3, según sus datos.

«Suponen 43 hm3 menos para 2022», aseguró ayer el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez. Para ponerlo en contexto, en un año bueno de lluvias, unos 200 hm3 de los 300 que llegan por el trasvase al Segura se destinan al regadío. Según sus cifras, para 2027 la reducción de aportacion­es sería de hasta 93 hm3.

«Se cumplen las previsione­s más catastrofi­stas para nuestra región», refrendó ayer Luengo. «El daño sigue siendo el mismo que planteaban al principio, solo lo retrasan unos años», aseguró. Los cálculos que maneja la consejería murciana apuntan a que un caudal ecológico de 8,52 metros cúbicos por segundo supondría una reducción de unos 80 hm3 anuales, que podrían incrementa­r hasta 130 si se tienen en cuenta los caudales generadore­s, que son desembalse­s puntuales para mejorar la ribera fluvial.

Los planes hidrológic­os estarán ahora en consulta pública seis meses y podrán recibir alegacione­s, algo que desde el sindicato Scrats anunciaron ayer que harán, aunque con pocas esperanzas. «Es una decisión que estaba tomada, había una decisión política clara», aseguró ayer Lucas Jiménez, que acusó al Gobierno de mermar los caudales sin que el cambio climático lo haya hecho o vaya a hacer en un futuro inmediato. «Lo que ha anunciado son medidas paliativas. La crónica de una muerte anunciada, una muerte en diferido», dijo Jiménez.

Aunque indignados, ahora los regantes quieren ver qué ofrecen los planes hidrológic­os a cambio, aunque la ampliación de la desalación es algo con lo que ya contaban. «Nada nuevo bajo el sol», aseguró Jiménez. El sindicato de regantes sí pide vincular el aumento de los caudales a la ejecución de las medidas, ya que hoy todo apunta a que sin el agua del tras

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