Un movimiento heterogéneo
El survivalismo no es un movimiento homogéneo. Sus miembros pueden ser personas que solo desean saber desenvolverse ante una posible catastrófe, pero también indivudos que creen en teorías de la conspiración.
El temor de los practicantes del survivalismo es enfrentarse a una catástrofe para la que no están preparados. «Mejor tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo», se lee en una página española del movimiento.
Los miembros del movimiento aprenden a defenderse, conservar alimentos o agua y practicar primeros auxilios. Los grupos radicales convierten esos intereses en pasión por las armas, con fines violentos o racistas.
El survivalismo también se practica en España, tanto por parte de nacionales como de extranjeros que eligen nuestro país para sus entrenamientos y cursos de supervivencia. No obstante, sus actividades no son motivo de preocupación, por el momento, para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.