La reforma de la ley del 85 prohíbe a la Iglesia enajenar sus bienes e iguala el cine con los monumentos
Cultura da un golpe de timón en la gestión del patrimonio y clarifica competencias ▶
Golpe de timón del Gobierno en el embrollo legal que hay en torno a la Ley de Patrimonio Histórico, una normativa que data de 1985 y que en los últimos años se ha visto afectada por el desarrollo legislativo llevado a cabo por las comunidades y por la decena de convenios internacionales suscritos por España. El Consejo de Ministros dio ayer luz verde al anteproyecto de reforma de la Ley de Patrimonio Histórico que presentó el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, para poner al día una de las leyes más longevas de la democracia.
El texto fija estándares comunes para que en muchos casos la ley estatal prevalezca sobre las voluntades de las regiones y «no contribuir a una saturación normativa que genere confusión». El anteproyecto, que antes de ir al Congreso para su tramitación como proyecto deberá ser sometida a los dictámenes de los órganos consultivos preceptivos, actualiza la ley del 85 e incorpora también la ley para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, de 2015. El texto también adapta los convenios de la Unesco y del Consejo de Europa, que deben ser incorporados al corpus legislativo.