ABC (Galicia)

El capitán coge sitio para disipar las dudas

▶ Busquets, 123 partidos, regresa a tiempo para aportar su experienci­a en el trascenden­tal duelo ante Eslovaquia «Tenemos que mejorar ante el gol, pero sería más preocupant­e que no creáramos ocasiones, nos falta una pizca de suerte» «Entiendo que haya dud

- JAVIER ASPRÓN MADRID

A España le ha beneficiad­o que la semana ha sido corta, sin apenas tiempo para que el fuego quemase el bosque porque ya hoy mismo tiene la oportunida­d de corregir todo lo anterior. Los jugadores no se esconden, eso es innegable, y crece en el grupo un sentimient­o de rabia porque los murmullos se disparan y hasta se habla del equipo de manera muy faltona, Van der Vaart se lleva la palma con ese «España es horrible». Luis Enrique, desde su indiferenc­ia, mantiene el mismo talante y hasta se atreve a vacilar cuando se le insinúa por la dimisión ante una posible debacle. «¿Estás de broma? Estoy pensando en renovar, así que imagínate», expuso el técnico ante los micrófonos de Mediaset todavía en Las Rozas. Ya en Sevilla, en la rueda de prensa oficial de la tarde, las mismas palabras y la misma suficienci­a. «Tengo contrato hasta después del Mundial, pero viendo cómo estoy aquí y que me va la marcha no tengo ninguna intención de no cumplirlo», aseguró antes de seguir jugando al gato y al ratón con los cambios y sin dar pistas esta vez de si hoy actúa fulanito y diez más.

Porque esa es otra, la alineación. Se le piden cambios al selecciona­dor, pero no es de renunciar a sus principios, una mezcla de orgullo y convencimi­ento puro en todo lo que hace. En el cuarto de hora abierto a los medios de la sesión de ayer, poco más que los rondos de rigor, pero luego, si se atiende a las fotos que la propia Federación compartió, probó con un equipo muy diferente. Con peto se juntaron Azpilicuet­a, Eric García, Laporte, Gayà; Busquets, Thiago, Pedri; Gerard, Morata y Sarabia. «Puede ser que sí y puede ser que no», se divirtió Luis Enrique cuando se le preguntó por si habría muchos cambios. Es innegable, viendo su actitud, que le encanta estar en el ojo del huracán, por eso se ha atribuido el papel de líder desde el primer momento. Como tal se le juzgará y por ese mismo motivo, porque este equipo es suyo, pone en juego la reputación de España. Y la suya, claro.

M. Llorente

Moreno

Mak

Hubocan

Koke

Unai Simón

Laporte

Busquets

Morata

Hamsik

Kucka

Skriniar

Pau Torres

Thiago

Duda

Hromada

Alba

Oyarzabal

Haraslin

Pekarik

Tercera jornada de la fase de grupos La Cartuja. Kuipers (Países Bajos)

España salta sin red al partido ante Eslovaquia, pero con la protección de Sergio Busquets. El capitán, recuperado del coronaviru­s y con varios entrenamie­ntos a sus espaldas junto al resto del grupo, se perfila como una de las novedades en el once de Luis Enrique para el trascenden­tal duelo que decidirá el futuro de la selección en esta Eurocopa. Llega justo a tiempo al último partido de la fase de grupos, un escenario donde se requieren más que nunca una experienci­a y un aplomo que en el azulgrana abundan. Sus 123 partidos internacio­nales son su mejor aval. También, su convencimi­ento de que esta selección aún tiene mucha guerra que dar: «Estamos trabajando bien y con la seguridad de que vamos a ganar, nos falta una pizca de suerte», afirmó ayer como acompañant­e de Luis Enrique en la rueda de prensa oficial. «Entiendo que haya dudas. He tenido la suerte de ganar torneos y varias veces nos la jugamos en los últimos partidos».

A Busquets, que habla poco, no se prodiga en los medios ni en las redes sociales, e incluso con sus compañeros se expresa lo justo y necesario, le suelen delatar más los gestos. El pasado noviembre, con España jugándose el pase a la fase final de la Nations League, sufrió un golpe en la rodilla durante el partido ante Suiza en Basilea. Tuvo que ser sustituido en la segunda parte, y tras realizarle una primera exploració­n se determinó que tenía un esguince que le impediría jugar el último y decisivo partido ante Alemania. Luis Enrique habló con él y le dio libertad para marcharse a Barcelona. «Llevas muchos días fuera, vete a casa con los tuyos», le dijo. Busquets, sin embargo, prefirió seguir en la concentrac­ión y viajó junto al resto del equipo a Sevilla. Vivió en la grada el espectacul­ar 6-0 a los germanos y participó de esa alegría.

Si algo ha definido su carrera es la solidarida­d con sus compañeros, tanto en el campo como fuera de él. Y no es poca cosa para alguien que heredó el brazalete de capitán tras el bombazo de la no convocator­ia de Sergio Ramos. Busquets garantizab­a un relevo sereno y sin estridenci­as, aunque todo saltó por los aires tras aquella infausta noche de domingo en la que se conoció su positivo, un contratiem­po que trastocó todos los planes de la selección a pocos días del debut, y que a él le mantuvo confinado en Barcelona hasta el día antes del partido ante Polonia. Nunca se sabrá hasta qué punto influyó todo ese episodio en lo que está ocurriendo ahora. Durante la cuarentena trabajó según los planes del preparador físico y se mantuvo en contacto a diario con Luis Enrique, un firme defensor de su labor oscura. «Yo es que veo a Busquets en el campo y me da tranquilid­ad», ha dicho en alguna ocasión el selecciona­dor, ansioso como el que más por tener cuanto antes al capitán. «Cuando era jovencito ya era muy maduro. Su presencia impone respeto en el vestuario».

Con la salida de Ramos, Busquets se convirtió en el único supervivie­nte del Mundial de Sudáfrica. El último campeón del mundo en el equipo. De hecho, él fue uno de los señalados tras la derrota inicial ante Suiza, pero Del Bosque mantuvo la confianza en él hasta el final. Si en ese duelo fue sustituido a falta de media hora, en el resto jugó todos los minutos, incluidos los 120 de la final,

Once años después, corrobora el mediocentr­o los males que aquejan a España, esa falta de contundenc­ia en las áreas que debe ser la primera tarea a corregir si se quiere continuar en la Eurocopa: «Tenemos que mejorar ante el gol, pero sería más preocupant­e que no creáramos ocasiones. Y hay que ser más contundent­es en defensa». En ambas tareas, su aportación resultará fundamenta­l.

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// AFP
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18 horas. Telecinco

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