Casado reclama elecciones para someter los indultos a los ciudadanos
▶ Sánchez intenta hacer frente a la presión del PP dibujando a su presidente como radical y aislado
Dimitir, disolver las Cortes y convocar elecciones para dar voz a los ciudadanos tras la concesión de los indultos a los condenados por el ‘procés’. Este es el camino que según Pablo Casado debería tomar Pedro Sánchez si «le queda algo de dignidad» tras haber «incumplido su juramento constitucional» y estar «engañando a esta Cámara».
El jefe del Gobierno replicó después buscando legitimidad en que el Congreso ha rechazado dos iniciativas promovidas por los populares contra los indultos. Pero aunque la Cámara Baja representa a la soberanía popular, esas votaciones solo reflejan que hoy existe una mayoría parlamentaria a favor de los indultos, no que los ciudadanos la respalden, ya que el PSOE ganó las elecciones prometiendo que no excarcelaría a los presos.
De esta contradicción volvió a servirse ayer el PP para elevar la presión sobre el Gobierno ahora que los condenados por el ‘procés’ ya están en libertad. Es el talón de Aquiles del discurso del Gobierno y la estrategia de los populares se centra en atacar los indultos por estar basados en una traición de Sánchez a los ciudadanos y en la búsqueda del beneficio propio. En esta idea insistió la portavoz popular, Cuca Gamarra, en su duelo con la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y los demás diputados que intervinieron
Si quedaban cenizas del acercamiento entre el Gobierno y Ciudadanos, la salida de prisión de los líderes del ‘procés’ apagó toda opción para el entendimiento. Inés Arrimadas y Edmundo Bal presentarán hoy un recurso contencioso-administrativo ante la sala tercera del Tribunal Supremo, con el que pretenden corregir la concesión de las medidas de gracia a los sediciosos y malversadores. en el pleno. «Ha pasado del pacto Frankenstein con Podemos al pacto Drácula con los independentistas», atacó Casado. «Habla de utilidad pública cuando la única utilidad es la suya privada para sacar de la cárcel a nueve delincuentes a cambio de que no le saquen de La Moncloa», añadió.
El Ejecutivo, por su parte, intenta afrontar esta presión creciente dibujando a Casado como un líder aislado y radical cuyas ideas solo pueden agravar el conflicto. Ayer Sánchez le acusó de «insultar a todos» y «denigrar» a la sociedad civil catalana por sus críticas a los empresarios y obispos catalanes que apoyan los indultos. En un gesto nada casual, Sánchez solo intervino una vez frente a Casado e hizo lo mismo con la portavoz de Junts, Miriam Nogueras.
Pese al argumentario y gestos de Sánchez, la posición de Casado fue secundada por el resto de grupos conservadores. Tanto el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros,
Los indultos del ‘procés’, cuestión central para un partido que nació para combatir las cesiones al nacionalismo, abren un abismo; una distancia insalvable entre el Ejecutivo y Cs que imposibilita la geometría variable que manejó el Gobierno en 2020 en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado.
Esa distancia, bilateral, la remarcó ya la semana pasada
como el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, atacaron al Ejecutivo por la misma vía: el incumplimiento de las promesas electorales que hizo en 2019 no una sino varias veces. Los indultos volvieron a centrar una bronca sesión de control, la última antes de las vacaciones de verano. A su llegada, Sánchez fue recibido con aplausos por los diputados socialistas como señal de apoyo tras los indultos. Los populares imitaron el gesto cuando entró Casado.
El Partido Popular no se plantea presentar una moción de censura, ni secundar la que pueda presentar Vox de nuevo en el futuro. Desde Génova han marcado su propio camino, que pasa por reclamar elecciones ya. Casado se asegura así un discurso propio –dimisión de Sánchez y urnas– frente al partido de Santiago Abascal.
La exigencia de un adelanto electoral se basa en la «mentira» sobre la que ganó Sánchez las generales de 2019, según sostienen los populares: «Ganó con un engaño, porque dijo que no habría indultos». Ese será uno de sus ejes de oposición a partir de ahora. Los dirigentes nacionales y territoriales del PP abrieron ayer una ofensiva en toda España para pedir la dimisión de Sánchez, denunciar sus «mentiras» y exigir elecciones. Además, el partido volverá a poner mesas por toda España para seguir recogiendo firmas contra los indultos. El PP espera llegar al medio millón de adhesiones en los próximos días. La acción de los populares se completa en el Congreso con la petición de comparecencia de los 22 ministros para que expliquen si están de acuerdo con los indultos.
Casado viajó ayer a Bruselas para participar hoy a primera hora en la cumbre del Partido Popular Europeo. El líder de la oposición tiene previsto reunirse con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y con otros dirigentes europeos de su partido para explicarles su punto de vista sobre los indultos, que considera «ilegales», y también sobre el «cambio de ciclo» que se está produciendo en España, y que queda reflejado en la mayoría de las encuestas. la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, al acusar a Arrimadas de haberse dedicado a «enfrentar a Cataluña con España» durante su trayectoria política. El ataque sentó mal, muy mal, en Cs. Pero lo cierto es que los liberales han ido subiendo también los decibelios en los últimos meses. La fallida moción de censura en la Región de Murcia fue un oasis entre el desierto del pacto presupuestario con ERC y Bildu y, ahora, del perdón a los separatistas. Arrimadas, en una entrevista en Antena 3, respondió ayer con vehemencia: «No podemos apelar a los principios de Calvo o de Sánchez porque no tienen».
I. ARRIMADAS