Alto directivo de Repsol
responsable de los acuerdos con los principales grupos mediáticos del país– hasta acabar, en su última etapa (20142019), como director de su Fundación, una de las entidades privadas más importantes del mundo, con un presupuesto anual solo para su Obra Social de 500 millones.
Es durante estos años donde se forja cierta leyenda de Giró como uno de los hombres que maneja más información del país, cierta leyenda también de persona sin miramientos para exigir enfoques informativos concretos a los medios, a los que indirectamente podía controlar por su dependencia financiera, bien a través de los llamados acuerdos institucionales o por las inserciones de publicidad, aportaciones críticas en momentos de crisis aguda del sector.
«La mejor manera de protegerse es estar a buenas con todo el mundo, y eso se hace con dinero», reconoce otro exdirector de una cabecera, recordando cómo Giró «regaba» a prácticamente todos los medios y entidades, a derecha e izquierda, tanto las más independentistas como los más españolistas. Un dirigente en un puesto clave en la órbita del constitucionalismo durante los años más críticos del ‘procés’ corrobora esta idea, pero con una importante salvedad. «Regaba a todo el mundo, cierto, pero a unos mucho más que a otros. Beneficiaba más a los independentistas», explica a ABC este dirigente, oinión a la que se suman otras fuentes, recordando las dificultades con que algunas entidades opuestas al ‘procés’ lograron finalmente el apoyo de la entidad.
Son los años madrileños de Giró (2004-2009), donde llega tras su paso por Gas Natural. En 2009, Fainé le llamaría para traerlo a La Caixa.
En la entidad barcelonesa escala hasta convertirse en director general de la Fundación
La Caixa (2014-2019).
En 2019 deja la entidad y monta una consultoría. Tras su efímera aventura junto a Laporta, es designado consejero de Economía.
Frente a esta visión de discrecionalidad, otras fuentes puntualizan recordando que «todos los acuerdos y convenios con entidades, asociaciones o universidades superiores a los 50.000 euros pasaban y pasan por el comité de dirección y por el Patronato».
Es en estos últimos años cuando Giró comienza a manejar lo que algunas fuentes definen como una «agenda propia», una ambición que trasluce cuando dejaba claro a sus interlocutores que el acuerdo o la ayuda concreta que se negociaba emanaba tanto de la entidad a la que representaba como de su voluntad personal. «Hacía un uso muy particular del ‘nosotros’ cuando negociaba o brindaba apoyos», explica un directivo.
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La agenda propia y la politización de Giró en estos últimos años se traduce también en una serie de movimientos que a ojos de Isidro Fainé comprometen la neutralidad de la entidad, al pretender quien aspiraba a sucederle instalarla en una imposible equidistancia en tiempos de quiebra de la legalidad. Giró trató, sin éxito, de evitar el traslado de la sede de la Fundación a Palma en otoño de 2017. También presionó para que fuese Jaume Roures (Mediapro) quien se quedara con ‘El Periódico’, que finalmente quedó en manos de Prensa Ibérica. Del mismo modo, fue determinante para asegurar los ingresos del ahora indultado Jordi Sànchez en su etapa como presidente de la Assemblea Nacional Catalana gracias a la inyección de fondos que recibió de La Caixa el Observatori dels Drets de la Fundación Universidad Pompeu Fabra entre 2015 y 2017, y que permitió que Sànchez, responsable del ente, pudiese dedicarse sin apuros económicos al activismo independentista en los tiempos previos al 1-O. Demasiada agenda propia, demasiada querencia ‘indepe’, para el gusto de un Fainé que se acaba deshaciendo de Giró. «Siempre opera igual: en Repsol tenía una carrera y le perdió su ambición de querer ser presidente. En La Caixa le ocurrió lo mismo», concluye un alto cargo de una empresa del IBEX.
La fallida incursión en la candidatura de Joan Laporta –rechazó la vicepresidencia económica del Barça– es solo el prólogo de su salto a la política, en un cargo como consejero de Economía donde, como en su anterior etapa, controlará la publicidad a los medios de comunicación. Una última transformación para quien ha llevado su ambición personal del campo de la empresa al de la política. De La Caixa a la Generalitat independentista.