El brote de Baleares deja ya en Galicia 70 casos y 600 personas en cuarentena
▶ Mayoría de ciudadanos con mascarilla en el día que deja de ser obligatoria al aire libre
Tras semanas de mejora de la situación epidemiológica, los datos de casos de coronavirus en Galicia llevan tres jornadas consecutivas al alza. El cambio de tendencia coincide con el impacto del megabrote originado en Mallorca y vinculado a los viajes de fin de curso de los estudiantes. El Sergas notificó ayer que en la Comunidad ya hay 70 afectados, 20 más que el día anterior, y hasta 600 personas en cuarentena. Continúan, además, los cribados para intentar detectar más positivos y frenar un brote que ha coincidido con el fin de la obligatoriedad en el uso de la mascarilla.
Con 44 casos diagnosticados por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, Galicia presenta en estos momentos la menor incidencia acumulada de España. Sin embargo, sus habitantes optaron ayer por la prudencia. En la capital de la Comunidad, Santiago de Compostela, la mayoría seguían llevando la mascarilla. «Quedó el gato escaldado», explica María Cordido, de 72 años. Ella pasó el Covid a mediados del año pasado y teme volver a contagiarse pese a estar ya vacunada. «Eché 14 días ingresada en planta, sola sin poder ver a nadie, lo pasé muy mal» explica. Desde que enfermó no ha vuelto a ser la misma. «Antes iba de un lado para otro y ahora estoy siempre cansada», relata. A su lado, Pilar Mato, de 71 años, también sigue con la mascarilla puesta. «Yo la llevo por si acaso», indica. «Creo que es una buena medida, incluso este año no hubo casos de gripe», reflexiona.
Por las calles de la ciudad, incluso en las que no hay mucha gente, apenas un 10% ha optado por liberarse de la protección facial. La mayoría son jóvenes. Javier Iglesias de 64 años ya ha completado la pauta con Astrazéneca y tras informarse lleva la mascarilla en el bolsillo por si tiene que entrar en algún establecimiento. «Lo que más agradezco es evitar el vaho de las gafas», indica. Tamara y Andrea Grela, hermanas de 25 y 30 años, han decidido seguir usándola. «Estoy ya medio acostumbrada», explica Tamara. «Es un rollo ir ahora la quito, ahora la pongo», dice su hermana. Aseguran que no tienen miedo, pero que en todo caso hay que tener «precaución».
A esa prudencia apeló ayer también el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo desde Logroño. Lo sucedido en Mallorca, dijo, «es la constatación de que el sector de población más vulnerable en España son los menores de 40 años, y con más intensidad, porque tardaremos hasta finales de verano» en poder vacunarlos. El presidente gallego recordó que la mitad de los infectados en Galicia tienen una media de edad de 35 años. Tras pedirles disculpas por no poder vacunarlos a todos inmediatamente, Feijóo les reclamó «moderación y prudencia, para que se pongan la mascarillas y estarán seguros», La irrupción de las variantes británica y ahora delta del coronavirus