Ovación para Carla Suárez en su adiós y susto para Federer

Pista central y contra la número 1 del mundo. Fue una derrota, sí, pero Carla Suárez se pudo despedir del tenis en Wimbledon con la mejor postal: dio lo mejor de sí, como siempre, le arrebató un set a Ashleigh Barty (61, 6-7 (1) y 6-1) y se llevó la ovación y el reconocimiento de un All England Tennis Club en pie. Un minuto de aplausos para la canaria, emocionada su madre en la grada, por su tenis y por su esfuerzo de regresar una vez más al circuito tras superar el cáncer para dejar el tenis como ella quería, a lo campeona. «Soy una privilegiada de jugar por última vez aquí y que mi madre lo haya vivido en directo. Wimbledon me ha hecho un regalo. El público me ayudó a ganar el segundo set. No podría desear nada mejor. Estaba cansada, mi cuerpo no es el mismo de hace dos años, pero creo que he sido la tenista más feliz del torneo», dijo entre lágrimas.

Casi un adiós dijo también Roger Federer, con un buen susto en su estreno (6-4, 6-7 (3), 3-6, 6-2, retirada). Enredado en la presión de quizá su última opción en el torneo que ha ganado ocho veces, permitió a Adrian Mannarino imponer su ritmo, dos sets arriba para el francés antes de que se despejara del miedo. Después, un resbalón fortuito dejó a Mannarino con la rodilla maltrecha, incapaz de seguir. «Es terrible; un golpe puede cambiar el partido, una carrera», aceptó el suizo, en segunda ronda con una advertencia de las grandes. Hoy, DjokovicAnderson y Muguruza-Kerkhove.