La proeza de un pueblo para conservar su templo
En la España vacía, el municipio burgalés de Villamorón, de un único habitante, consigue más de 30.000 euros para dar una segunda vida a su iglesia, del siglo XIII
i existe una obra cumbre del gótico en España es, sin dudarlo, la catedral de Burgos, inmersa en la celebración de su octavo centenario. Pero no muy lejos de esta joya arquitectónica, a 40 kilómetros de la ciudad, entre los pequeños ríos Odra y Brullés, en pleno páramo burgalés, se erige sin complejos el templo que se considera el germen del estilo gótico en la provincia, y por extensión, en el reino de Castilla, levantado allá por la segunda mitad del siglo XIII. Se trata de la iglesia de Santiago Apóstol de Villamorón, uno de tantos municipios que adolecen del mal de la despoblación y cuyo valor, además de considerarse el ‘introductor’ del estilo que se impuso en Europa occidental en la tardía Edad Media, se debe a que sirvió de prototipo a las llamadas iglesias ‘fernandinas’ andaluzas levantadas durante la Reconquista.
Su aparente consistencia exterior, resultado de las labores de restauración llevadas a cabo por la Junta de Castilla y León en 2009, contrasta con un interior que amenaza ruina, pasto de las grietas y de las humedades como
Sconsecuencia de décadas de abandono –al margen de pequeños parcheados y remiendos– desde que cayó en desuso –litúrgico– a finales de la década de los 70. Fue entonces cuando la última familia que habitaba de continuo en Villamorón se trasladó a vivir a Burgos.
Un habitante
La historia de este pequeño municipio dependiente de Villegas es la de otros tantos pueblos de la España vacía. Hoy, su único habitante censado es José María Bustillo, que vive a caballo entre el enclave que le vio nacer y Barcelona hasta que su pronta jubilación le permita volver a su tierra. Es uno de los que ha seguido, con empeño y los dedos cruzados, la campaña emprendida por la asociación Amigos de Villamorón, agrupación a la que pertenece y que ha sido responsable de la proeza de conseguir en tiempo récord a través de una campaña de micromecenazgo la suma suficiente (30.650 euros) para que con otro empujón de la Administración regional se pueda recuperar el interior de este templo, cuyas grandes bóvedas de crucería y restos de la sobria decoración románica que pudo tener dan fe de aquella