Luis Planas

Nueva tunda inmisericorde a Garzón por parte de su compañero en el Gobierno. De mentiroso para arriba puso ayer Planas al ministro de Consumo, que ya yace en la lona

«Está tan lejos de la realidad que no es creíble. El mundo es como es y continúa. En realidad no ha existido la polémica, ha existido una cuestión sin efectos prácticos», afirmó ayer Planas en Bruselas, manejando para este nuevo demoledor ‘uppercut’ al mentón de Garzón datos sobre las exportaciones cárnicas, que no han sufrido alteración alguna desde que este proclamase que «España exporta carne de baja calidad de animales maltratados». Es decir, que no es que haya exagerado un poco el ministro de Consumo sino que la realidad se sitúa en las antípodas, según Planas, de la versión que ofrece el eurocomunismo que se casa con chaqué. Hablando en plata, su alegato ha tenido el mismo efecto que la ‘huelga de juguetes’ o sus ataques al turismo, primera industria nacional. La siguiente conclusión de la riña es que lo que diga Garzón, y repita el brioso orfeón mediático afín que le hace los coros, es más irrelevante fuera de España que dentro de ella, lo cual es lógico si tenemos en cuenta la diminuta talla política del tenor y su desafinado discurso. Cabe preguntar a Sánchez si de verdad es sostenible tener un ministro tan alejado de la realidad cada vez que abre la boca para aparentar que hace algo más que cazar gamusinos, sin licencia, en el despacho del ministerio.