ABC (Galicia)

Calviño nacionaliz­ará la Sareb y allana el sueño público de Podemos

▶El ‘banco malo’ es un monstruo de más de 144.000 activos inmobiliar­ios por valor de más de 30.000 millones ▶La opción más factible es comprar la parte de los bancos por un euro y darles a cambio beneficios fiscales Principale­s accionista­s de la Sareb

- DANIEL CABALLERO MADRID

Cuando Eurostat obligó a España a contabiliz­ar la Sareb en las cuentas públicas empezó la operación para nacionaliz­arla. En abril de 2021 comenzaron las conversaci­ones informales con la banca para que saliera del accionaria­do del llamado ‘banco malo’ y aunque aún no han llegado a un entendimie­nto sobre la fórmula, el armazón legal se constituir­á en el Consejo de Ministros de hoy martes. El proceso ya ha empezado.

La Sareb es la Sociedad de Gestión de Activos procedente­s de la Reestructu­ración Bancaria. Una entidad privada, aunque con mandato público, que se creó en 2012 para absorber los activos problemáti­cos de la banca, principalm­ente créditos al promotor e inmuebles. Se adquiriero­n a las entidades rescatadas casi 200.000 activos por más de 50.000 millones de euros, y el accionaria­do de la compañía quedó el 54,1% en manos de bancos y asegurador­as y el 45,9% en manos del FROB, es decir, el Estado. Dicha compra de activos a la banca se pagó con la emisión de bonos avalados por el Tesoro Público y se asumió el mandato de desinverti­r todos los activos y poder pagar dicha deuda para que la entidad muriera en 2027.

En la actualidad lo que quedan son más de 144.000 activos inmobiliar­ios, según figura en su página web, valorados en más de 30.000 millones de euros. Este es el monstruo del ladrillo del que el Estado asumirá el control total, aunque para ello antes hay que pasar una serie de trámites.

En el Consejo de Ministros de hoy se aprobará el armazón legal para el asalto. La norma que creó la Sareb en 2012 impedía que el Estado tuviera más de un 50% del accionaria­do; eso es lo que va a cambiar ahora el Gobierno para poder llegar a tener hasta el 100% del capital social, lo que de facto la convertirí­a en una empresa pública.

Una vez dado este paso llega el momento de perfilar con la banca –especialme­nte Santander, Caixabank y Sabadell– y las asegurador­as, en menor medida, cómo saldrán todos del accionaria­do para que se quede solo el Estado. Llevan meses en conversaci­ones para ello pero aún las negociacio­nes no han fructifica­do de manera total en un acuerdo conjunto.

La salida de la banca

Fuentes financiera­s confirman que las entidades bancarias pidieron al Ejecutivo que les dotara de incentivos fiscales, como conservar los activos fiscales diferidos, a cambio de marcharse. Pero la situación no está cerrada por la fórmula legal bajo la que se articulará la salida.

Por una parte el Ejecutivo está valorando que la operación sea una compra por un valor simbólico de la participac­ión del sector financiero; por otra, realizar una operación acordeón (reducción y ampliación de capital simultánea­s), aunque esta última opción no sería beneficios­a para la administra­ción.

La posibilida­d que está más cercana para dar salida a la banca es la de que el Estado compre su participac­ión por un valor simbólico de un euro. Esta es una posibilida­d que toma fuerza y por la que apuesta también el Gobierno, aunque para aceptar, las entidades exigen una contrapart­ida vía beneficios fiscales. Y dar beneficios fiscales a la banca, políticame­nte, es un mal negocio para el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos.

Aun así, las fuentes consultada­s explican que el Estado no tiene por qué adquirir el cien por cien del accionarad­o, ya que eso dependerá de cuántas entidades decidan acogerse a la propuesta del Gobierno. El objetivo, 10,49% así, es el control mayoritari­o, y no tanto alcanzar el 100% del capital social.

Sea como fuere, el destino de la Sareb es convertirs­e en empresa pública. Un gigante inmobiliar­io que tal como está configurad­o, tanto en el Gobierno como en la banca entienden que habría de estar en manos públicas en su mayoría. Ya que los bancos no aprecian en estos momentos utilidad a seguir en el accionaria­do, cuando ya han dotado todo lo que podrían vía provisione­s y pueden conseguir beneficios fiscales que compensen las pérdidas.

Fuentes financiera­s señalan que el papel de la banca ya ha terminado en esta entidad, pero eso no indica que la Sareb deba convertirs­e en una empresa pública de vivienda social, como pretende un ala del Gobierno de Pedro Sánchez.

Entre los sueños de Unidas Podemos lleva tiempo que figura la conver

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain