Formoso ‘aparca’ a Caballero en O Hórreo y se ahorra celebrar primarias en Lugo
El ‘gonzalismo’ ya es historia también en O Hórreo. Ayer se oficializó el arranque de una «nueva etapa» para el PSOE en el Parlamento gallego. Valentín González Formoso compareció, tras reunirse por la mañana en la Cámara con el grupo parlamentario, junto al nuevo portavoz, Luis Álvarez, a quien marcó el itinerario a seguir: «Obsesionarse con tratar de ser la correa de transmisión de la nueva dirección general del PSOE». A partir de ahí, el secretario general del PSdeG lanzó reiterados mensajes a los suyos para advertirles de que, tras una suerte de interinidad de más de dos meses, toca ponerse las pilas y elevar el nivel. Con los medios de comunicación como testigos, reclamó «altura de miras» y rechazó «perder tiempo con cuestiones de que uno esté cómodo o incómodo». «Tenemos que venir de casa con los deberes hechos», avisó. Los rescoldos de las primarias en las que derrotó a Caballero no han acabado de apagarse, pero «mentalmente tenemos la obligación de pasar página de esos procesos», zanjó. La «obsesión» debe ser «dedicar el 99,9% del tiempo a hacer política con altura de miras», para «ser útiles a la sociedad» y ese empeño se frustrará, «nunca lo seremos, si nos ensimismamos en nosotros mismos», previno.
A renglón seguido, quiso suavizar su discurso. «No significa que las personas no cuenten», matizó. «Todo el mundo tenemos nuestras propias aspiraciones, tanto dentro del grupo como en el partido». Pero toca dedicar el «100%» al trabajo y aparcar cuitas internas. Prolongó la idea Álvarez, con una frase que claramente supone una ruptura con el pasado reciente: «Vamos a ser un grupo en el que lo importante sea lo que hacemos, y no quiénes y cómo lo hacemos». Formoso comentó que a Caballero se le buscaría «un área donde esté cómodo y considere que puede aportar». Pero el aludido, un par de horas más tarde, dijo ante los micrófonos que, por ahora, «no existe ningún cambio» en cuanto a «reasignación de áreas», y que lo suyo será «dar ideas» y «conectar con la gente», lo que apunta hacia la irrelevancia.
Ya por la tarde, Formoso se apuntó un tanto al anunciarse que no habrá primarias en Lugo, tras sellar un acuerdo ‘su’ candidato, José Tomé, que será secretario general, y José María Arias, futuro vicesecretario general. El PSOE, que suele pregonar las bondades de las primarias, apuntó en un comunicado que la candidatura única «garantiza la unidad y fortalece el partido» y «responde a la sensibilidad mayoritaria dentro de la militancia de la provincia, de que no hubiera proceso de votación».