La madre de Marta Calvo permitió imputar diez casos más al acusado
▶ Comienza el juicio contra Jorge Palma por tres muertes y abusos a ocho mujeres
La Audiencia de Valencia inició ayer el juicio con jurado popular contra Jorge Ignacio Palma, acusado de asesinar a la joven Marta Calvo –cuyo cuerpo todavía no ha aparecido–, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas, además de abusar de ocho mujeres más. Nueve ciudadanos anónimos –siete mujeres y dos hombres– deberán dilucidar durante las próximas cinco semanas si el procesado actuó, entre el verano de 2018 y el 7 de noviembre de 2019, como un depredador sexual, introduciendo una dosis letal de cocaína de alta pureza en los genitales de sus víctimas. Todas ellas eran prostitutas, «piezas de caza perfectas» por su vulnerabilidad, según la fiscal Socorro Zaragoza. Tanto la portavoz del
Ministerio Público, como el resto de acusaciones, concidieron en señalar a Marisol Burón, la madre de la joven de 25 años desaparecida en la localidad valenciana de Manuel, como una pieza clave en todo este proceso. Burón, con la ubicación que le había enviado su hija al móvil por precaución, se presentó en casa de Palma. Aunque el acusado, de 40 años, negó conocer a la chica, la progenitora peleó para que la Guardia Civil lo investigara. De hecho, antes de entregarse y confesar que la había descuartizado, el procesado estuvo un mes en busca y captura. La aparición de su foto en la prensa afloró un reguero de denuncias y permitió relacionarlo con otras dos muertes. De lo contrario, asumen, habría seguido con sus «feminicidios», como los definió el abogado de las otras dos fallecidas. La letrada de la madre de Calvo, que destacó la «frialdad» de Palma y su «perfil homicida», rechazó la tesis del descuartizamiento, puesto que «en los vertederos no se encontró absolutamente nada», pese a que él sostuvo que había arrojado los restos de la joven a varios contenedores.
Prisión permanente
Por el contrario, la defensa de Jorge Palma pidió la libre absolución y aseveró que su representado «no ha matado a nadie, ni ha tenido intención de matar», así como que «no ha abusado sexualmente de nadie», pues «accedieron todas voluntariamente a tener relaciones sexuales con fiesta blanca». La jurista apeló a la presunción de inocencia y afirmó que se le acusa «por presión» y sin pruebas. Asimismo, defendió que el procesado, «jamás negó» el paradero de la joven. A su juicio, lo que ha ocurrido en todo este tiempo es que «no es fácil encontrar cuerpos en un vertedero».
La Fiscalía solicita 130 años de cárcel para Palma, mientras las acusaciones piden que se le aplique la prisión permanente revisable. La juez ha dividido la vista oral en once partes, de forma cronológica, para facilitar su comprensión al jurado, que deliberará a partir del 13 de julio.