Resacón en Downing Street
Johnson sitúa al Reino Unido al margen de la legalidad internacional
Si ya saben cómo me pongo pa’ qué me invitan?» El meme etílico por excelencia resulta útil par anticipar lo que resta del mandato de ese gran ‘party animal’ llamado Boris Johnson, el gran ‘party animal’. Acabado el ‘party’, permanece el animal necesitado de algún remedio para su monumental resacón. Y qué mejor remedio que situar al Reino Unido al margen de la legalidad internacional.
El Gobierno británico ha formalizado un proyecto de ley que le permite cambiar unilateralmente el llamado protocolo de Irlanda del Norte, parte especialmente sensible del tratado del Brexit negociado con la Unión Europea. Para evitar una ‘frontera dura’ con Irlanda, el protocolo mantiene a Irlanda del Norte dentro del mercado único de bienes de la UE. Pero eso implica controles aduaneros entre Gran Bretaña y la provincia.
La gran ocurrencia del temerario Boris consiste en suprimir esos controles aduaneros pero Bruselas se niega a reescribir un tratado que el primer ministro de Magaluz aceptó hace tan solo dos años. Además, la propuesta reserva al Gobierno británico amplios poderes para alterar casi todo el protocolo de Irlanda Norte. Por supuesto, este ‘balconing’ legislativo es rechazado por muchos de los parlamentarios tories, la Cámara de los Lores, la Unión Europea, congresistas de EE.UU., grupos empresariales y cargos electos en Irlanda del Norte.
El fiestuqui del nacionalpopulismo seguirá con la salida del primer vuelo con solicitantes de asilo expulsados de Gran Bretaña con destino ni más ni menos que a Ruanda. Sin necesidad de ser africanos, estos individuos serán reubicados en Kigali sin importar la avalancha de impugnaciones judiciales, las críticas del Príncipe Carlos y del arzobispo de Canterbury o las acusaciones de flagrante ilegalidad por parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Como ha dianosticado ‘The Economist’, los conservadores británicos empiezan a ver doble: son a la vez el partido del gobierno y de la oposición. Ya que tras doce años en el poder, casi cualquier problema en el Reino Unido se puede achacar al partido de Boris.
a la UE cayeron un 20% en las tres primeras semanas de abril, en comparación con enero y febrero, mientras que los envíos de carbón cayeron un 40%. Los envíos de gas natural licuado GLN aumentaron, sin embargo, un 20%, y las compras de gas de la UE a través de gasoductos en un 10%.
Hábitos de consumo
El Gobierno alemán ha lanzado el pasado fin de semana una omnipresente campaña publicitaria que llama a la población a modificar sus hábitos de consumo energético, con el objetivo de reducir el consumo nacional en un 10%. Aconseja desde nuevos hábitos de higiene como formas de cocinar más eficientes, aunque el monto principal se lo lleva la calefacción en invierno. El motivo oficial de esta campaña es la transición energética, pero a nadie escapa que ese 10% resulta crucial para llegar al invierno con un estado de las reservas de gas y petróleo que permita prescindir de los suministros rusos sin que Alemania entre en situación crítica, en la que sería necesario el racionamiento.
Las entregas de gas natural de Rusia a Alemania y Europa Occidental, en todo caso, caerán drásticamente en verano, según el jefe de la Agencia Federal de Redes, Klaus Müller. «El gasoducto North Stream 1 no permitirá almacenamiento en verano», ha declarado en respuesta a este estudio, y confirma que las reservas de gas de la UE están actualmente llenas en un 51% en promedio, 53% en Alemania, «mejor que en años anteriores por estas fechas, pero no lo suficiente». Rusia sigue inyectando en Europa 1.600 millones de metros cúbicos de gas