Moscú, a punto de controlar la ciudad clave de Severodonetsk
▶ La planta química de Azot amenaza con convertirse en una nueva Azovstal
El Ejército ucraniano admitió ayer que ha perdido el control de la parte central de Severodonetsk, la última localidad, junto con la vecina Lisichansk, que les queda a las tropas rusas para ultimar la ocupación de toda la provincia de Lugansk. Rusia ya anunció a finales de marzo que su objetivo prioritario consistía en arrebatar a Ucrania todo Donbass, lo que implica continuar la ofensiva para hacerse también con Donetsk en su totalidad.
La toma de Severodonetsk supondría un importante avance para las fuerzas rusas, pero Azot, la planta química que alberga y que está ya prácticamente sitiada, amenaza con convertirse en otro foco de resistencia irreductible como fue la acería Azovstal en Mariúpol, para cuyo desalojo hicieron falta dos meses y medio.
Combates encarnizados
El portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Oleksander Motuzianik, reconoció ayer que «el centro de Severodonetsk ha quedado bajo el control del enemigo debido a la gran superioridad que tiene su artillería». Según sus informaciones, «hay en curso encarnizados combates callejeros y los mandos del enemigo no sienten la menor compasión por sus propios soldados, empleando tácticas propias de la II Guerra Mundial», en aparente referencia a los sangrientos asaltos en masa que causaban enormes bajas a las tropas soviéticas en su lucha contra la maquinaria de guerra nazi.
Por su parte, el jefe de la administración de esa zona de Lugansk todavía en manos de Kiev, Serguéi Gaidai, escribió en su canal de Telegram que «las tropas rusas controlan ya el 70% de Severodonetsk». Gaidai sostiene además que en la planta química «se han refugiado alrededor de 500 civiles, incluyendo 40 niños», con lo que parece dibujarse un panorama casi idéntico al infierno de Azovstal. «En una situación de continuos bombardeos, la evacuación masiva de civiles es imposible», afirmó. La factoría está defendida, según fuentes rusas, por unos 400 combatientes ucranianos.
El Estado Mayor ucraniano aseguró que la artillería rusa «no cesa de bombardear Severodonetsk, Lisichansk
y Toshkovka», poblado este último que, una vez tomado, permitiría al Ejército ruso avanzar con la idea de embolsar a las fuerzas ucranianas que defienden Severodonetsk y Lisichansk. La artillería rusa intenta evitar que lleguen pertrechos y munición a Severodonetsk disparando contra la carretera que parte de Bajmut.
A juicio del experto ucraniano en temas militares Oleg Zhdánov, «el enemigo se ha vuelto más cauteloso para disminuir sus pérdidas (...) y utilizan la táctica de tierra quemada con una potencia de fuego mucho mayor. Han reunido mucha artillería, reforzaron los ataques aéreos, pero la infantería ataca después de que nuestras líneas han sido bien machacadas».