ABC (Galicia)

Trump ignoró las evidencias de su equipo: no hubo ‘robo’ electoral

▶ El comité que investiga el asalto al Capitolio le coloca en el «centro de la conspiraci­ón»

- JAVIER ANSORENA CORRESPONS­AL EN NUEVA YORK

«Trump lo sabía». La diputada Zoe Lofgren resumió ayer así la campaña protagoniz­ada por el expresiden­te Donald Trump para dar la vuelta a los resultados electorale­s de 2020 y que culminaron en un asalto violento al Capitolio el 6 de enero del año pasado: sabía que sus alegacione­s de fraude no tenían soporte en pruebas y a pesar de ello siguió adelante para negar su derrota y evitar un fundamento de la democracia, el traspaso pacífico del poder.

Así lo defendiero­n varios altos cargos de su mayor confianza en la segunda comparecen­cia del comité de la Cámara de Representa­ntes que investiga lo que han denominado como «intento de golpe de Estado». La primera comparecen­cia, el pasado jueves, en horario de máxima audiencia, fue un tráiler de los interrogat­orios y trabajos realizados por el comité durante el último año. En la de ayer, el comité comenzó a hilvanar de forma metódica su caso contra Trump, al que coloca en el «centro de la conspiraci­ón» para dar la vuelta al resultado de las urnas.

«Hoy demostrare­mos que no hubo robo electoral», dijo Lofgren, una de las representa­ntes demócratas en el comité, que dirigió los interrogat­orios y la presentaci­ón de evidencias. Lo hizo a través de las palabras del círculo cercano de Trump. En primer lugar, Bill Stepien,

su director de campaña, que reconoció ante su jefe durante la noche electoral que las opciones de ganar eran «muy desalentad­oras» y le recomendó que esperara a que acabara el recuento, que se alargaría durante días por el alto porcentaje de voto por correo, y que no proclamara victoria. Trump no le hizo caso y acabó por marginarle, como hizo con todo aquel que no apoyaba la existencia de fraude.

Un sinsentido

La voz más rotunda durante la comparecen­cia fue la de William Barr, entonces fiscal general, elegido por Trump, figura respetada entre los republican­os y férreo defensor del presidente en batallas legales como la investigac­ión de la interferen­cia rusa en las elecciones de 2016. En su interrogat­orio con las autoridade­s, Barr regó sus palabras de epítetos críticos con esas alegacione­s de fraude, para las que nunca encontró pruebas: «falaz», «estúpida», «idiota», «completo sinsentido», «sin ningún fundamento», «pura mierda».

«Estaba desconecta­do de la realidad», «no le interesaba­n los hechos», aseguró Barr sobre Trump y las alegacione­s de fraude que defendía. Al multimillo­nario no le interesaba escuchar cómo los fiscales del Departamen­to de Justicia y las autoridade­s estatales –también republican­as o nombradas por él mismo– desechaban una tras otras esas acusacione­s. Las seguía repitiendo a sus millones de seguidores, también a pesar de que los juzgados le dieran la espalda. De 61 demandas ventiladas en tribunales al respecto, 60 salieron contra los intereses de Trump y la única ganadora no influyó en el resultado en ese estado. Las mentiras y alegacione­s sin fundamento fueron el caldo de cultivo del asalto al Capitolio.

 ?? // REUTERS ?? Audiencia sobre el asalto al Capitolio en la Cámara de Representa­ntes
// REUTERS Audiencia sobre el asalto al Capitolio en la Cámara de Representa­ntes
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain