La salida de su número dos sacude Correos justo después de la huelga
▶ Avelino Castro, cerebro del controvertido giro estratégico de la firma, decide jubilarse
Avelino Castro, director de Estrategia del Grupo Correos, mano derecha del presidente Juan Manuel Serrano y, según diferentes fuentes de la compañía, principal cerebro del controvertido giro estratégico que pretende reconvertir al operador postal público en un gigante de la logística, ha decidido dejar todas sus responsabilidades en la empresa propiedad del Estado, según han confirmado a ABC fuentes del operador postal.
La salida del que hasta ahora era considerado el número dos de la estructura de dirección de la empresa postal que, según fuentes del Grupo Correos, responde a motivos estrictamente personales –su jubilación–, ha venido a sacudir a la empresa postal del Estado escasos días después de las tres jornadas de huelga convocadas por los sindicatos mayoritarios en la compañía, CC.OO. y UGT, precisamente en protesta por lo que consideran un proceso de desmantelamiento sistemático de la compañía, enmascarado de giro estratégico.
Fuentes del Grupo Correos desvinculan de forma tajante la jubilación de Avelino Castro del agitado clima social por la oposición frontal de CC.OO. y UGT, que representan al 70% de la fuerza laboral de la empresa, al plan estratégico de la compañía, de cuyo despliegue se estaba encargando Castro en su condición de director de Estrategia del Grupo Correos. «Ha cesado por motivos familiares, por su jubilación, y el Grupo Correos solo puede agradecer su extraordinaria labor y su gran aportación a la transformación de la compañía».
La lectura sindical es bien distinta. Un comunicado interno distribuido entre sus afiliados por la Federación de Servicios Públicos de UGT consideraba la salida de Avelino Castro como el primer efecto colateral de la huelga convocada por CC.OO. y UGT en Correos. «La marea amarilla se ha llevado por delante al director de Estrategia de Correos, Avelino Castro, número dos de Serrano y cerebro en la sombra del Plan de Desguace, tras dejar a Correos con la mayor crisis de su historia», señalaba el comunicado.
No han sido los únicos. El sindicato CSIF, mayoritario en el bloque de nueve centrales sindicales con el que la dirección de Correos ha empezado a negociar la puesta en marcha de su Plan Estratégico ante la negativa de
UGT y CC.OO., también se arrogaba el protagonismo en este movimiento y señalaba en otra nota interna que habían solicitado su cese como línea roja para continuar la negociación.
Fuentes internas de la compañía aseguran a ABC que la salida de Avelino Castro ya había sido anunciada muchas semanas atrás y que incluso se celebró hace alrededor de un mes y medio una fiesta de despedida con las personas más cercanas al directivo.
Ideólogo del giro de Correos
Sin embargo, su salida escasos días después de las tres jornadas de huelga convocadas por UGT y CC.OO. ha disparado las especulaciones internas en torno a que se habría ofrecido la salida de Avelino Castro para apaciguar un tanto el agitado clima social en Correos. Fuentes de la compañía enmarcada en SEPI admiten un problema de ‘timing’ en la salida de Castro que ha podido alentar esas especulaciones.
Avelino Castro, que ocupó diversos puestos directivos en Renfe en la era Zapatero, aterrizó en el Grupo Correos a los pocos días del nombramiento como presidente de Juan Manuel Serrano para ponerse al frente de Correos Express, la filial de paquetería del grupo que, en los planes de la nueva dirección, apuntaba a convertirse en la joya de la corona de la empresa.
Desde su posición lideró las dos primeras operaciones corporativas internacionales de la centenaria historia del Grupo Correos, la adquisición de Rangel en Portugal y el acuerdo con Kerry Logistics para constituir una filial en China, y trazó la hoja de ruta de la transición de la empresa que distribuye envíos postales hacia el hólding capaz de trasladar todo tipo de cargas no solo por carretera sino también por vía ferroviaria y por vía aérea, e incluso hacerse cargo de la operativa logística desde una perspectiva integral.
Los planes de Avelino Castro, que Correos aspiraba a sostener sobre una modificación radical del actual modelo laboral de la compañía, se convirtieron en un foco de tensión constante con los sindicatos y acabaron en una ruidosa ruptura, que terminó con UGT y CC.OO. saliéndose de la negociación para la implantación del Plan Estratégico que debía conducir a Correos hacia un nuevo modelo empresarial.
Fuentes sindicales advierten de que la salida de Castro no pone fin a su conflicto con la dirección de Correos.