El calor obliga a los colegios a adelantar la salida de las clases
▶ Críticas ante la falta de preparación de las aulas, que ayer llegaron hasta los 37 ºC
A las 12.00 horas de la mañana, en la clase de 5ºA del colegio Mediterráneo, en Córdoba, el termómetro marcaba ayer 37 grados. «No deberían ser más de 28. Es de vergüenza», aseguraba Ana Belén Bagrado, delegada de las familias de esa clase, tras ir a recoger a sus hijos a esa hora. La acción formaba parte de una protesta de los padres ante la falta de climatización en el centro, donde los equipos de aire no funcionan o lo hacen incorrectamente, informa Baltasar López. Pero no han sido los únicos afectados. La primera ola de calor del año ha cogido a la mayor parte de los centros de España sin preparación y buena parte de la comunidad educativa encendida. Dentro del aula, las temperaturas exceden incluso los 35 grados.
«Es imposible tener a los chicos en clase con 40 grados», dice Pedro José Caballero, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (Concapa), quien denuncia que el acondicionamiento de las clases ante los episodios de calor extremo es algo que «siempre se ha dicho, pero nunca se ha hecho». «Seguimos exactamente igual», lamenta. Según los cálculos de la asociación, apenas el 2% de los centros en España han introducido los sistemas de aire o refrigeración necesarios para adaptarse al calor. «O se aborda de una forma integral para que se puedan adaptar los centros, visto que cada vez se adelanta más el calor, para mantener de una forma más o menos óptima la temperatura, o habrá que buscar alternativas», asegura.
Evitar las horas centrales
En algunas comunidades, como Extremadura, la Consejería de Educación ha permitido a los centros adelantar el fin de la jornada lectiva a las 12-12.30 horas, una medida a la que se han acogido 152 centros, el 13,48% de las escuelas de la región. También en Murcia es posible sacar a los menores del aula si la temperatura excede los 27 grados, pero debe decidirlo cada centro. Una regulación parecida a la de Andalucía, donde la salida adelantada del aula se hace a petición de los padres. Castilla-La Mancha también lo contempla, aunque la recomendación remitida ayer a los colegios por la consejería castellano-manchega era la de que los alumnos lleven estos días ropa ligera y agua fresca.
Pero la idea de flexibilizar la jornada para evitar las horas centrales del día genera controversia. Mientras en Córdoba protestaban los padres del colegio Mediterráneo, la Asociación de Madres y Padres del Alumnado por la Educación Pública (Codapa) aseguraba que esta medida «no es una solución», porque «vulnera» el derecho a la educación y «plantearía un grave problema» para la conciliación.
«Lo ideal es que hubiera aire acondicionado, pero si no existe, como ocurre en la mayoría de los centros educativos, pues hay que darles autonomía», opina Sonia García, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE). «Hay padres que aunque quieran, no pueden llegar a recoger antes a los niños. Habrá que apañarse como se pueda, aunque ojalá las comunidades acondicionaran las aulas, pero esta es la realidad que nos encontramos».
Ayer, según pasaban las horas, los termómetros se iban elevando en las clases. Según los ejemplos que recopiló la secretaria general de la federación de Enseñanza de CC.OO. Madrid, Isabel Galvín, a las 9 de la mañana ya había 31 grados en un centro de Ciempozuelos, a las 11.00 horas, 33 grados en otro de La Latina, y a las 17.00 horas, un aula de Leganés registraba más de 36 grados. Hoy será igual. Las altas temperaturas se van a mantener al menos hasta el sábado, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
«No podemos seguir sin reunirnos toda la comunidad educativa y ver qué posibilidades tenemos para solucionar el problema», opina Caballero, quien apunta a que con la jornada continua implantada hay pocas opciones de mejora y quizá sería necesario empezar las clases en septiembre y terminar antes en junio. No obstante, García recuerda que la Comunidad Valenciana hace unos años adelantó el inicio del curso al 1 de septiembre y «hubo mucha polémica porque justo se dio una ola de calor».
En lo que coinciden ambos es en que los centros educativos no están preparados para las altas temperaturas. «Siempre tenemos que estar esperando una desgracia para abordar» los problemas, dice Caballero. «No trabajamos en prevención, pero si ya sabemos que están subiendo las temperaturas, vamos a trabajar y que no haya una desgracia que tengamos que lamentar todos».
«No hay prevención. Tenemos que estar esperando a que haya una desgracia para actuar», denuncia la Concapa