El País Vasco ultima una ley de memoria histórica que olvida a las víctimas de ETA
▶ El proyecto prevé multas de hasta 150.000 euros para la exaltación franquista
A pesar de que ETA se fundó cuando Franco aún vivía, el proyecto de ley de memoria histórica con el que el Gobierno vasco quiere honrar la memoria de las víctimas que fallecieron injustamente entre 1936, el estallido de la Guerra Civil, y 1975, el final del franquismo, no incluye ni una referencia a la banda terrorista. El texto prevé sanciones ante cualquier acto de exaltación del régimen dictatorial, pero, sin embargo, deja impunes los homenajes a presos de ETA.
De ahí que las primeras críticas llegaran después de que el Gobierno vasco aprobara el proyecto legislativo en julio de 2021. Desde el PP denunciaron entonces que la norma, además de contener «grandes e importantes lagunas», también era «innecesaria» ya que apenas había diferencias con la Ley de Memoria Histórica que aprobó el Congreso en 2007. Son exactamente los argumentos repetidos ayer en el Parlamento de Vitoria por el portavoz del PP, Carmelo
Barrio, mientras se debatía la enmienda a la totalidad que había presentado su grupo parlamentario. «¿Dónde está el proyecto totalitario de ETA en este proyecto de ley?», le espetaba a Iñigo Urkullu, a quien ha reprochado haber llevado a la Cámara un texto «incompleto» que se olvidaba de «realidades muy claras». La diputada de Vox, Amaia Martínez, añadía que se trata de una norma «revanchista, tergiversada y castrada» que solo persigue «la consolidación de bandos enfrentados».
El proyecto de ley prevé un reconocimiento individual de las víctimas mortales y la creación de un día anual en su recuerdo. Además, se contemplan sanciones de entre 200 y 150.000 euros para quienes organicen o promuevan actos de exaltación de la dictadura. Prueba de la importancia que otorga el Ejecutivo vasco a su ley es que ha sido el propio lendakari, Iñigo Urkullu, quien se subió a la tribuna para defenderla.
En su discurso, en el que tampoco hubo alusiones a las víctimas de ETA, insistió en que el objetivo de la norma es «restaurar la memoria y la dignidad de las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura franquista» y ha apelado al «acuerdo» entre los grupos. En parte su petición se vio resarcida al recibir el apoyo mayoritario de la Cámara. Solo la coalición PP+Ciudadanos y Vox votaron en
Presidente Gobierno vasco
Íñigo Urkullu
Diputado de EH Bildu
«Aprobar una ley para restituir la dignidad y reconocer vulneraciones de derechos»
Julen Arzuaga
«Hoy vienen sin disfraz como lo que son: como los herederos políticos del franquismo»
Jon Hernández
Diputado de Podemos
«Su única intención es evitar que haya verdad y memoria. Les es molesta»
contra de la propuesta de ley. El portavoz del PSE, Eneko Andueza, pidió «no confundir a la gente» y justificó el voto favorable de su grupo recordando que ya existen numerosas leyes que recuerdan a las víctimas de ETA. «Ningún partido que se diga democrático puede oponerse a una ley como esta», añadió.
El debate subió de decibelios con la intervención del portavoz de EH Bildu, Julen Arzuaga, que directamente ha acusado a los grupos que habían presentado las enmiendas de ser «herederos del franquismo» y aseguró que su único propósito era «negarse a reconocer a los cientos de miles de asesinados, fusilados, desaparecidos, torturados y exiliados». En un discurso, igualmente duro, el parlamentario de Podemos, Jon Hernández reprochó a PP+Cs y a Vox haber utilizado «el comodín de ETA» con la «única intención de evitar que haya verdad y memoria porque les molesta».