El sector pesquero, «al límite» por la subida del precio del combustible
Amarrar es la última opción que se valora
▶Los armadores solicitan que el descuento de 20 céntimos por litro también se aplique a los barcos que operan desde puertos de otros países
El sector pesquero gallego está contra las cuerdas por los altos precios del combustible. En Vigo, desde la Cooperativa de Armadores del puerto han anunciado que los márgenes con los que trabajan las flotas son muy escasos, tanto que a veces trabajan al límite de rentabilidad. Han firmado un documento en el que aseguran que, ya siendo aplicado el descuento de 20 céntimos por litro del Gobierno, todavía lo pagan a 90 céntimos, un precio muy superior al que calculan como límite máximo de rentabilidad: 60 céntimos el litro. A partir de ahí, sería inevitable subir los precios del producto final todavía más, y desde el sector saben que en el caso del pescado eso se traduciría directamente en «una bajada del consumo», como explica Jesús Lourido, gerente de la Organización de Productores Pesqueros Puerto de Celeiro.
Antes de la subida de los combustibles, las flotas, de media, destinaban el 50% de su facturación al consumo energético, indica Lourido. Ahora «ya queda muy poco margen». La situación «límite», aseguran los armadores vigueses, podría comprometer la actividad de los barcos «a corto plazo», pudiendo llegar incluso a ser interrumpida. Consideran que las medidas son insuficientes, y que, además, ni tan siquiera se están aplicando todas las aprobadas en el Real Decreto Ley 6/2022. Todas las flotas de bandera nacional están pasando por momentos complicados en los que está en riesgo el trabajo a corto plazo, pero sobre todo las que operan en puertos extranjeros, en los que el combustible no tiene una rebaja pública como es el caso de España.
Ante el escenario, desde la Cooperativa viguesa plantean una serie de cuestiones y medidas para tratar de superar el delicado momento por el que pasa el sector pesquero gallego. Solicitan al Gobierno y demás grupos parlamentarios que no solo se aplique el descuento a los barcos que hacen puerto en España, sino también que esos 20 céntimos sean rebajados a la flota de bandera nacional que opere en otros países, y que esta ayuda sea
Jesús Lourido todavía no se atreve a aventurarse si será necesario interrumpir la actividad pesquera en
Galicia. Y menos en verano, pues es una de las épocas del año en las que los precios son mejores debido a la demanda. Indica el gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Celeiro que «cualquier solución que pase por amarrar siempre es lo último que se contempla», y que el sector seguirá buscando alternativas y reclamando medidas para abaratar costes. No obstante, «no lo descartaría» viendo la gravedad de la situación actual. Son momentos «muy difíciles» para el sector de la pesca en Galicia. prorrogada, por lo menos, hasta final de año (el planteamiento inicial es que se termine este mes).
Esta bonificación, además, se aplica indistintamente a todas las embarcaciones que repostan en España. En este sentido, los armadores vigueses solicitan que, para poder beneficiarse del descuento, se tenga que acreditar que la actividad pesquera de los barcos con bandera extranjera tenga repercusión en la economía española, pues aseguran que embarcaciones de Panamá, Turquí o China, reciben la bonificación si una «contribución real de productos pesqueros a la cadena mar industria española». Jesús Lourido no ve con malos ojos el descuento de los 0,20 euros, pero sí ve un error de mecanismo. Para aplicar la ayuda a los barcos españoles, independientemente del puerto en el que operen, quizá sería mejor hacer «una bonificación equivalente en las cuotas de la Seguridad Social u otros gastos», en lugar de hacerlo a la hora del repostaje.
Los costes en puertos de otros países pueden llegar a ser superiores entre un 40 y un 59% superior, cifra que crece hasta el abanico del 54 y 93% si se considera la bonificación en España. La pesca de gran altura es la peor parada de esta crisis del petróleo, aseguran las empresas de Vigo. Y los costes de producción no se están incrementando solo por la escalada del precio del litro de combustible para los barcos, sino que también por el transporte del pescado o el aumento de precio de los aparejos. La situación de inflación generalizada hace que las empresas comiencen a «valorar potenciales ceses de actividad a corto plazo».
Dos meses de bonificación
Las empresas armadoras llevan desde abril recibiendo esta ayuda para hacer frente al coste del combustible. A finales de marzo, cuando el precio del carburante experimentó la subida más acusada —sumado al parón del transporte—, gran parte de la flota gallega no salió a faenar y las lonjas y pescaderías se quedaron vacías. Tras las primeras negociaciones entre el sector y el Ministerio se apuntaba a que el descuento sería de hasta 35 céntimos por litro como solicitaba el sector, y rápidamente las empresas volvieron a mandar a sus embarcaciones a faenar.
Finalmente se terminó aplicando el descuento de los 20 céntimos de la misma manera que para el resto de consumidores. Actualmente, el precio por litro para el sector pesquero ronda los 90 céntimos tras la rebaja de 0,20 aprobada en marzo: el combustible, de la misma forma que para el sector agrícola, está bonificado. «Necesitamos que se sigan haciendo medidas de descuento», solicita Lourido, añadiendo que es preciso que «se revisen otras» si la situación sigue así.