El misterio del Covid persistente: más de 200 síntomas y miles de enfermos sin respuesta
La irrupción de la pandemia de coronavirus no solo trajo contagios y muertes a causa del virus. Por aquel entonces, de lo que hace ya más de dos años y medio, miles de personas de todo el mundo empezaron a experimentar alteraciones que no habían tenido nunca antes y no se explicaban en base a ninguna otra enfermedad conocida. Cada vez más incapacitados y limitados en su día a día, pronto empezaron a demandar respuestas que todavía no han llegado.
Pero el reconocimiento se hizo esperar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) no le puso nombre oficial a aquello que a tanta gente afectaba hasta el pasado mes de octubre de 2021. Identificó el Covid persistente o ‘long Covid’ como la condición de aquellos individuos con historial probable o conde los pacientes sufren enfermedades neurológicas y psiquiátricas los primeros seis meses. «Los problemas neurológicos y la confusión mental se debe a una respuesta inflamatoria en el cuerpo que rápidamente se convierte en neuroinflamación en el cerebro, un flujo sanguíneo restringido como resultado de la hipoxia general debido a problemas respiratorios, o a la disfunción del sistema nervioso autónomo», explica Sonia Villapol, investigadora principal en el Center for Neuroregeneration en el Methodist Hospital Research Institute de Houston (Texas).
Las nuevas variantes también han modificado la persistencia de síntomas. Las primeras tres olas endémicas permitieron caracterizar de base a los enfermos. Con la cuarta y la quinta se amplió el rango de edades, y la vacunación cambió la mortalidad y sintomatología. «La sexta ola es la que va a marcar la diferencia», expone Rodríguez Ledo, vicepresidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). «A falta de más datos, creemos que quizá el porcentaje de desarrollo de Covid persistente está siendo menor. Aunque sigue siendo predominante en mujeres, ya empieza a aumentar también en hombres. El efecto de la vacuna podría ser uno de los motivos del cambio», añade la doctora. Un informe de la Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido avanza que con la variante Ómicron, las probabilidades de experimentar síntomas persistentes se reducen a la mitad respecto a Delta en vacunados.
El problema es que, de momento, ni siquiera existen registros de estos pacientes. «Así no podemos hacer un seguimiento pormenorizado de estas personas, y al
20% DE CONTAGIADOS SUFREN COVID PERSISTENTE
firmado de SARS-CoV2, normalmente tres meses después del comienzo de los síntomas relacionados con el virus y que no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo. Entre la constelación de síntomas que provoca, el más común es la fatiga, pero también la dificultad para respirar y disfunción cognitiva. Estos pueden fluctuar y reaparecer en respuesta a desencadenantes (físicos o emocionales).
Aunque la estimación varía entre el 10 y el 30%, los CDC de EE.UU. creen que 1 de cada 4 adultos con Covid desarrolla Covid persistente
Patrones reconocibles
Una investigación encabezada por la doctora Pilar Rodríguez Ledo identificó hasta 201 síntomas distintos en 2.120 personas afectadas, otros estudios llegan hasta 205. Aunque estos sean tantos y puedan resultar poco específicos, tienden a ocurrir en patrones reconocibles. Un tercio
▶Sin terapias eficaces, los afectados vagan entre consultas en busca de ayuda para sus secuelas físicas y mentales ▶La OMS no le puso nombre hasta finales de 2021 y aún no está claro a cuántas personas ni por qué les afecta
Su enfermedad «despertó» tras vacunarse de la gripe
Si hay algo que moleste a los enfermos con Covid persistente es la frase «te veo muy bien». Fue la que le dieron hace apenas unas semanas en consulta a Lorena. «¿Que me ves bien? Peleo por intentar estar bien», le contestó al doctor, que le ofreció antidepresivos, y le confirmó que «lo único» que podía ofrecerle es «acompañamiento» y dichas pastillas. El Covid persistente le apareció tras ponerse la vacuna de la gripe estacional. Con una bajada de defensas, el virus, que estaba «atenuado» en su cuerpo terminó «atacando», por lo que el diagnóstico tardó aún más de lo normal en llegarle, hace ahora más de año y medio, y fue «por la sanidad privada». Con todas las menstruaciones e incluso algunas ovulaciones sigue reviviendo síntomas Covid.
Lorena se reinfectó de coronavirus hace pocas semanas, y reconoce que en su caso fue como «retroceder» a cómo se sentía hace un año. En la peor época, solo podía hacer vida del sofá a la cama, y pasó cinco meses así. Asume que su colectivo será el de los «incomprendidos» durante mucho tiempo. Recuerda que «todo lo que ha hecho» para tratar sus síntomas ha sido porque lo ha ido leyendo, buscando en internet e investigando por su cuenta. «Al final, estoy buscando formas naturales de mejorar, y en días como hoy, que son buenos, es cuando soy capaz de reírme», cuenta.
Rubén L. G. Un Covid sin síntomas que se convirtió en pesadilla
Según la encuesta elaborada por la SEMG, el Covid persistente afecta en torno a un 79% a las mujeres. Pero con el avance de la vacunación y su efecto sobre la enfermedad además de la aparición de nuevas variantes, los médicos ya empiezan a percibir, a falta de datos que lo corroboren, un cambio. Rubén L. G. es uno de esos hombres afectados por el Covid persistente. Se contagió de coronavirus hace ahora un año,