El presidente de Prisa completa el asalto de Indra en favor del Gobierno
El asalto a Indra, a plena luz del día y con taquígrafos, parece una trapacera manera de retorcer el gobierno corporativo para situar las empresas estratégicas de rodillas ante el Gobierno. Porque que el mismo señor saque a Javier Monzón de Prisa y desbanque a los consejeros reacios a entregar Indra al sanchismo con idéntica maniobra es cuando menos una anomalía tan rotunda como que un consejero convierta la sociedad que administra en su oficina de influencias, en íntima comunión con su línea directiva e imponiendo un criterio ejecutivo. Lo malo es que pierden Prisa, Indra y lo que venga.
Ahora que lo peor es que los legítimos intereses de los inversores quedan desprotegidos, al albur de ventajistas y descuideros de la ortodoxia corporativa. El daño siempre es grave, pero cuando alcanza a empresas estratégicas multiplica los efectos nocivos, porque afecta al tejido íntimo de un Estado. Surgen muchas preguntas. Ahí va la primera: ¿A qué se dedica la CNMV? Bueno sería que el PP se pusiera las pilas y exigiera una comisión de investigación parlamentaria y encienda las alarmas no solo en la Carrera de San Jerónimo sino en Bruselas y Estrasburgo. No vaya a ser que cuando Núñez Feijóo llegue al Gobierno –digo yo–, se encuentre todos los sillones con el cartel de ‘ocupado’ y no precisamente por los más validos.
El caso es que el golpe de mano en Indra liquida a los consejeros independientes y, por tanto, a aquellos miembros no sujetos a intereses personales, patrimoniales o económicos dentro de Indra. Lo fundamental ahora es asegurar el negocio, para que Murtra pueda afianzar su presidencia ejecutiva y la acción aguante en el parqué. Para eso hacía falta corroborar al profesional que hace unas semanas se situó al frente de Minsait, Luis Abril, profundo conocedor del sector y de la compañía con el respaldo de casi el 100% de los votos como consejero ejecutivo, para tranquilidad de la empresa y sus accionistas. ¿Algo que decir pues señor presidente de la CNMV? Si quieren el control, que lancen una opa mejor ¿no? Nada más propio de una compañía rendida al Gobierno que un consejo sin independientes.