Luces y sombras de Elvis Presley, el rey del rock baja a la tierra
▶ Baz Luhrmann dirige un ‘biopic’ sobre el cantante, al que da vida Aston Butler
Vivimos tiempos convulsos, aleccionados por conspiraciones y monsergas. Tiempos donde miles de personas creen posible que Elvis Presley no ha muerto o que fue secuestrado por extraterrestres para escapar de la cárcel de su cuerpo. El rey del rock se ha ido transformando hasta convertirse en un ídolo semidivino, uno con un santuario propio y una peregrinación a Graceland. Y como todo mito, ahora tiene una película, dirigida por Baz Luhrmann, a la altura de su épica, al menos en color.
El mundo necesita héroes más grandes que la vida y Presley parece satisfacer esa necesidad. Tal vez por eso Luhrmann dice que su ‘Elvis’ es el ‘Apocalypse Now’ de los musicales. El director de ‘Moulin Rouge’ regresa tras las cámaras después de casi una década apartado, cuando se deleitó en los excesos de ‘El gran Gatsby’. Lo hace sin Leonardo DiCaprio pero con Aston Butler para coger el micrófono y la guitarra, con una cinta con vocación de ‘biopic’ pero de los maquillados, en la línea de ‘Bohemian Rhapsody’ y ‘Rocketman’.
En este caso, en lugar de una canción al título del filme le basta el nombre del cantante, declaración de intenciones de una película que descose al icono de la música para reinventarlo a su manera, con hechuras de contemporaneidad. «He visto la película y es maravillosa. Mi madre, mi abuela y yo estamos muy contentas del trato que se ha dado a nuestra familia. Estoy deseando que el mundo pueda ver el talento de Butler y la maravilla que ha rodado Luhrmann.
Mi madre llegó a ayudarle con detalles del guion», asegura a ABC la actriz Riley Keough, nieta del cantante. Luhrmann, por su parte, sostiene que la película no es el típico filme biográfico y advierte a los fans. «Van a ver una ópera cultural en tres actos», proclama el cineasta, de 59 años. A caballo entre el aplauso y la crítica por su espídico montaje, hay consenso, como ya sucedió con el oscarizado Rami Malek y Taron Edgerton, con la interpretación de Aston Butler, que se ha llevado el aplauso de la crítica.
En cuanto a la narrativa, el director no escatima en bajar al barro, y admite estar menos interesado en el icono que en el hombre: un artista en evolución en una cultura de celebridades que también estaba cambiando. «He intentado explorar Estados Unidos en los años cincuenta, sesenta y setenta, y Elvis Presley estaba en el centro de la cultura para lo bueno, lo malo y lo feo de varias maneras», reconoce Luhrmann.
Como toda leyenda, detrás tenía un agente, Tom Parker, autodenominado el Coronel, que en la película interpreta Tom Hanks, que se convirtió en su mánager tras alguna jugada cuestionable. Pero funcionó. Parker sacó partido a los movimientos de cadera desinhibidos de Elvis Presley, esos que provocaron cartas de protesta y la indignación de prácticamente todos los críticos de televisión por su inmoralidad, mientras que las ventas de discos se disparaban. Con la radio y la televisión a sus pies, el siguiente movimiento lógico del Coronel Parker fue pasar a las películas. Tras un par de deslices, con ‘El rock de la cárcel’ sonó la campana: una historia seria, un papel protagónico serio, grandes canciones e incluso algunos pasos de baile inéditos, con una secuencia para la historia ambientada en la prisión y la canción principal, considerada por muchos analistas como el antepasado del videoclip.
Auge y caída
Sobrevivió a Frank Sinatra, pero en 1968 Presley empezó a acusar el paso del tiempo. Grupos como los Beatles le habían sustituido en el corazón de los jóvenes, hasta que, en un ardid, el Coronel vistió a Elvis de cuero negro cantando versiones en directo de sus canciones más populares, reintroduciendo al mundo su figura. Fue el programa más visto del año en NBC. Volvía a ser el rey. Mientras Presley buscaba recuperar su carrera, su vida familiar se desmoronaba y en octubre de 1973 el cantante y Priscilla se divorciaron. Fue el romance de la época.
Elvis conoció a Priscilla Beaulieu durante su periodo en el ejército. Su padre era miembro de la Fuerza Aérea; ella estaba en noveno grado. Se mudó a Memphis con el permiso de sus padres en 1963 y comenzó el noviazgo formal de la pareja, que culminó con una boda en mayo de 1967. Según varios relatos, todo se torció después de que su única hija, Lisa Marie, naciera en 1968 y empeoraron cuando el artista volvió a actuar en directo en 1969. Se separaron en febrero de 1972. Pese a todo, Priscilla, que nunca se volvió a casar, siempre habló bien de Elvis, pero él acusó la ruptura, con una melancolía que le acompañó hasta su muerte, por un infarto, en agosto de 1977. Aunque para muchos no ha muerto o se lo han llevado los extraterrestres.
«Elvis Presley estaba en el centro de la cultura para lo bueno, lo malo y lo feo de varias maneras», dice Baz Luhrmann