El último golpe a la fabricación de narcolanchas: 59 detenidos y 47 embarcaciones incautadas
▶ Registros en decenas de naves industriales y pisos de Vigo, Cataluña, Andalucía y Portugal
Un decreto de 2018 que prohibía la mera fabricación y posesión de narcolanchas facilitó a los investigadores una herramienta esencial para combatir el tráfico de drogas. Y los agentes la están exprimiendo. Se suceden los golpes contra la confección, puesta a punto y almacenaje de estas embarcaciones, especialmente en Galicia, y la Guardia Civil acaba de culminar su último operativo. El balance, 59 supuestos implicados en la trama detenidos y 47 botes incautados, en diferentes etapas de su fabricación. Más de una decena de lanchas estaban ya rematadas y a punto para transportar grandes cantidades de estupefacientes. Algunas alcanzaban los 12 metros de eslora, con potentes motores fueraborda de hasta 400 caballos.
Esta última operación contra la fabricación de narcolanchas, bautizada como ‘Edurance’, la ha protagonizado el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil, tutelado por el juez de Instrucción 8 de Vigo, que ha enviado a prisión preventiva a ocho de los arrestados. Todos están investigados por contrabando, organización criminal y delitos contra la salud pública.
El despliegue policial ha tenido su epicentro en Galicia —con entradas y registros en Vigo, Porriño y Verín—, pero ha salpicado también a otras provincias, con detenciones en Cádiz, Huelva, Málaga, Sevilla, Almería, Barcelona,
Tarragona y Toledo. Y también en el norte de Portugal, donde estaba afincado, y fue detenido, uno de los principales investigados –se registraron naves industriales en las localidades portuguesas de Ponte da Lima, Valença, Paredes de Coura y Monçao—. Portugal no tiene una herramienta jurídica contra las narcolanchas como la española y eso dificulta la lucha contra este fenómeno en el país vecino.
La alarma había saltado en febrero de 2021, cuando investigadores de la EDOA de la Guardia Civil de Pontevedra
se enteraron de que en una nave industrial del polígono industrial de Cotogrande, en Puxeiros, se estaban fabricando embarcaciones de alto caballaje para introducir grandes cantidades de hachís a través del Estrecho de Gibraltar. Tirando del hilo, los agentes confirmaron que había un entramado, perfectamente organizado, que abarcaba desde el diseño hasta la puesta a punto de los botes para el tráfico ilegal de estupefacientes. Estas embarcaciones tipo EAV —popularmente conocidas como narcolanchas— se
comenzaban a construir en astilleros de Galicia y el norte de Portugal, pero luego empresas de transporte las trasladaban a otras naves con las que la organización contaba en Toledo y Sevilla. En estas ciudades se ultimaba su ensamblaje para su posterior botadura en diferentes zonas costeras, sobre todo Andalucía. Un ‘modus operandi’ similar al utilizado por otras organizaciones antes desarticuladas.
Una tonelada de hachís
Esta trama, ahora descabezada, contaba con personal con una gran especialización tanto en la fabricación como en la custodia de las embarcaciones, según informó ayer la Guardia Civil. Así, entre los detenidos se encuentran los dos responsables de un astillero y también individuos que se dedicaban a transportar las narcolanchas por carretera desde Galicia a otras partes de España. A principios de junio, gracias a que esta investigación ya estaba muy avanzada, los agentes pudieron incautar un alijo de mil kilos de hachís que uno de estos botes había intentado introducir por Mazagón (Huelva).