Derechos constituyentes
José Luis Rodríguez Zapatero Expresidente del Gobierno
La izquierda honra al expresidente con la apertura de la Escuela de Derechos José Luis Rodríguez Zapatero
A estas alturas de la película –visite nuestro bar; están cambiando el rollo, que es el mismo– cualquiera ha podido entender sin esfuerzo ni dificultad que nuestra alta política, más allá del impacto de cualquier crisis, por grande que sea, gira alrededor de unos derechos presuntamente inalienables y cuyo balance ideológico va del recorte –derecha– a la reversión del recorte –izquierda, sinónimo de progreso–. La inauguración ayer en Madrid de la Escuela de Derechos José Luis Rodríguez Zapatero, con una lección magistral de ataques al PP, viene a reconocer el magisterio y el legado del expresidente del Gobierno en una materia capital para nuestro debate público y para el proceso de aprendizaje de las nuevas generaciones de españoles. No le iban a montar a Zapatero una escuela de negocios después de lo que dejó al irse. La escuela tenía que ser forzosamente de derechos, pero no constitucionales, agua pasada, sino constituyentes, mirando al futuro de la irreversibilidad de un paquete de libertades prefabricadas y concebidas como desafío a una derecha que por sentido común debiera recortarlas, aunque llegado el caso no pase de hacerlo en el plano económico. De eso va la película de España desde que empezó a rodarla Zapatero, creando escuela. Si a Lola Flores la conocieron en todo el mundo por el acento, al expresidente del Gobierno lo recordamos y lo estudiamos por sus derechos.