«Me preocupa más la honestidad creativa que vender entradas»
▶El músico argentino está presentando su último disco, ‘Dios los cría’, en una larga gira por España que este martes para en el WiZink Center de Madrid
Hace unos años ya que Andrés Calamaro se refugió en su Buenos Aires natal. Regresó a casa desde aquel Madrid de las noches locas de Malasaña en el que fundó Los Rodríguez en 1990, y en el que se convirtió después, en solitario, en uno de los compositores argentinos más influyentes de las últimas décadas. «Creo que mi principal aportación permanece en el anonimato, aunque se hayan escuchado un puñado de canciones mías. Es verdad que no pocos artistas dicen haberse inspirado en Los Rodríguez, pero mi discografía tampoco me representa, no es un retrato fiel de todas las cosas interesantes que he hecho. Hay miles de grabaciones ocultas, mucho hielo debajo del iceberg», asegura a ABC.
A punto de cumplir 62 años, incendia las redes de vez en cuando con toda esa sinceridad y esas contradicciones suyas de las que hace gala, pero lleva horarios civilizados, cocina tranquilamente, prepara un libro de fotografías sobre tauromaquia y graba discos en los que colaboran estrellas mundiales como Raphael, Alejandro Sanz, Carlos Vives, Milton Nascimento, Juanes y su «amigo» Julio Iglesias. Es el caso de ‘Dios los cría’ (Sony, 2021), que está presentando ahora que la pandemia nos está dando un respiro, con una extensa gira por España que este martes hace parada en el WiZink Center de Madrid.
—Asegura no ser influyente, pero un cantante tan inaccesible como Julio Iglesias no dudó en colaborar en su último disco. Algo debe de tener… —Julio es excelente en todo, un artista y caballero de dimensiones sobrenaturales. Ha sido cómplice y generoso conmigo y, además, canta de manera extraordinaria en ‘Bohemio’. Estar en el radar de Julio Iglesias es algo muy grande, tenemos una muy buena relación de camaradas. Somos amigos en la música y en el canto. Cantar con él no supuso ningún problema, todo lo contrario.
Fue de los primeros en grabar su parte y escucharlo es una de las experiencias más completas que existen.
—Pues parece haber influenciado a varias generaciones, como demuestra el hecho de que C. Tangana le llamara para cantar en ‘El madrileño’ (Sony, 2021). ¿Cómo se gestó el encuentro? —Me invitó un domingo al estudio. Nos queríamos conocer en persona, pues ya habíamos hablado antes y teníamos amigos en común. Fui a escuchar las grabaciones que tenía y a charlar. En ese momento, Antonio Tangana me propuso terminar una letra al alimón con Jorge Drexler [‘Hong Kong’, que ganó un Grammy a la mejor canción de pop/rock]. Ese mismo domingo nos convocó para ponerle acordes y cantarla. Un domingo cualquiera con Al Pacino. —¿C. Tangana es la enésima demostración de que el folclore se lleva reinventando siglos?
—Antón es un artista de pop total, lo nunca visto. Sabe ser el eje de una constelación de talentos y saltar de un concepto a otro. Y eso que el folclore en España parece existir a la sombra del arte flamenco, que es tan especial. El flamenco es, quizás, más cercano al jazz que a otros folclores; es raza y concepto, compás y corazón, armónicamente modal y se reinventa hacia lo contemporáneo. —A lo largo de su carrera ha mostrado cada vez más apego al folclore.