Las rebajas del textil, en tensión por la inflación y el auge del grupo chino Shein
▶ La temporada de verano da el pistoletazo de salida sin grandes descuentos
Las empresas del textil ya han dado inicio a una de las campañas de rebajas de verano con más incertidumbres de los últimos años. El sector se mantiene expectante a la vista de cuál será el ahorro de los consumidores destinado a esta partida en plena ola inflacionista que está arrasando con el poder adquisitivo de las familias. Una subida de precios que, además, ha alentado a las distribuidoras a adelantar un año más la temporada de descuentos para intentar animar las ventas. Aunque sin las ofertas agresivas de otros años, al menos, en primera ronda.
El paso ya lo han dado las grandes firmas del sector. Las más madrugadoras han sido Mango y H&M, que dieron el pistoletazo de salida a mediados de mes. La firma catalana ofrece descuentos que llegan hasta el 70%, mientras que los de la sueca, que llegan hasta el 50%, se extenderán prácticamente toda la temporada estival, hasta el 24 de agosto.
A mediados de la semana pasada también llegaron otras de las más esperadas. Zara y el resto de marcas de Inditex las comenzaron el pasado jueves en tienda física, pero un día antes también en la web y la ‘app’, siguiendo la tendencia de los últimos años. Estas serán las primeras con Marta Ortega al frente del grupo que logró en su primer trimestre fiscal un resultado histórico, tanto en niveles de ventas como de beneficios.
La que también se ha sumado un año más al anticipo de las rebajas es El Corte Inglés. Comenzaron hace dos semanas con descuentos en una serie de productos, además de en su filial textil Tendam, que agrupa a Cortefiel y Springfield. Pero el arranque definitivo lo dieron el pasado miércoles en su web y al día siguiente en toda la red de grandes almacenes.
Con todo, buena parte del pequeño comercio también ha decidido adelantarse y alegrar las ventas sin tener que esperar a julio. Las pymes del textil ya vivieron un mes de mayo clave para su recuperación aupados por el retorno del turismo. Y creen que la campaña será positiva, aunque continúan con muchas dudas. Para el presidente de la Asociación Nacional de Moda Retail, Eduardo Zamácola, existen dos efectos que pueden lanzar las ventas hacia arriba en este periodo. Por un lado, las ganas del consumidor por volver a vivir un verano normal. Un fenómeno del que se están contagiando otros sectores como el turismo. Pero también «el mensaje que están mandando las marcas de subidas de precios de cara a próximas campañas, que ya hacen pensar a la gente que estas pueden ser las últimas rebajas que tengamos con precios razonables», explica el directivo.
En todo caso, Zamácola prevé que no se den los grandes descuentos vistos en temporadas anteriores. Percibe que la tónica que están siguiendo las tiendas es la de comenzar con reducciones de precio menos generosas a la espera de ver la respuesta de la demanda, «que está funcionando muy bien en las últimas semanas». Y asegura que hay varias empresas que le han transmitido que van a esperar a julio para iniciar las rebajas por el buen ritmo de ventas que ya registran sin acometer descuentos.
Una decisión que también toman por los altos costes que están soportando
Precios altos
El textil ha comenzado las rebajas de verano con descuentos mucho menos agresivos respecto a los últimos años por el buen ritmo de ventas, además de la escalada de costes que viene sufriendo el sector en los últimos meses.
Años de crisis
Los negocios de ropa siguen lastrados tras dos años de pandemia, en los que las ventas se redujeron casi la mitad, y a pesar de las buenas expectativas para el verano. No esperan cerrar el año recuperando los ingresos prepandemia.
Otoño caliente
El textil ya teme un frenazo al consumo tras el verano, en línea con el aviso que están lanzando algunos organismos económicos, por lo que quieren aprovechar el ‘boom’ de consumo existente ahora para provisionar ante una posible crisis. los negocios del textil. Para el sector, las rebajas no sirven para ganar dinero, sino para liberar el ‘stock’ sobrante del resto del año. Si ya antes de la ola inflacionista el margen era mínimo en época de descuentos, poner precios agresivos supone no tener ningún tipo de beneficio. Y estos serán muy importantes para la continuidad de miles de empresas que ya temen que en otoño se produzca un frenazo al consumo como ya vaticinan algunos organismos. «Además venimos de una situación que no es muy buena. En 2020 las ventas cayeron un 40% y durante el año pasado que pensábamos que el consumo se iba a reactivar nos encontramos un 16% adicional. No alcanzaremos niveles prepandemia este año», relata Zamácola.
Furor
Pero la gran amenaza a las ventas del sector llega desde China. El auge de Shein en España, que lleva al límite el modelo de moda rápida, ya causa furor entre los más jóvenes y cada vez llega a más públicos. Además, ha arrancado la campaña de rebajas con descuentos de derribo sobre unos precios que ya son de por sí ridículos. Su efecto inquieta al textil. Primero, porque «están jugando a hacer una moda para nada sostenible», explican desde Acotex, que creen que su modo de negocio basado en volumen, baja calidad de ropa y mucha rotación es ajena a las políticas de sostenibilidad hacia las que mira el sector.
Pero también temen a que sea el calvo de cultivo que haga que las nuevas generaciones no quieran pagar por la ropa. «Muestra a los jóvenes que la moda no vale dinero y eso no se puede aceptar de ningún modo. Es una mala noticia para España», dice el presidente de la patronal textil, que recuerda que el sector ya ha sobrevivido a auges como el de Zara y Primark.
El sector ha comenzado a respirar en mayo, con el retorno del turismo y la eliminación casi total de las restricciones