«Los glúteos y las piernas se cansan más en hierba»
Carlos Taberner Número 97 de la ATP
▶ El valenciano estrena participación en Wimbledon con la intención de crecer y disfrutar la aventura
Pisa Carlos Taberner (Valencia, 1997) la hierba de Londres por primera vez en su carrera y busca en ella experiencia y disfrutar. Con 24 años vive el estreno de casi todo, incluso de entrar en el top cien y atiende a ABC con esa ilusión de quien quiere exprimir la oportunidad de aprender en cada paso que dé en Wimbledon, la catedral del tenis.
—¿Impresiona Wimbledon? —Nunca había venido, es la primera vez que puedo jugar aquí. Y la verdad es que me habían hablado muy bien y no se equivocaban, es uno de los clubes más bonitos en los que he estado. No me ha dado tiempo dar una vuelta todavía, pero lo haré. Mañana [por hoy] vienen amigos de Valencia y mi novia. Y es la primera vez para todos.
—¿Qué le llama más la atención? —Es diferente a lo que estamos acostumbrados porque es un club que está rodeado todo de verde, impoluto, cada detalle. Y la tradición que hay en el entrenar y en los partidos; ver a todos los jugadores de blanco lo hace más especial. Es un entorno muy diferente y estoy encantado. Pero tengo que estar centrado en mi trabajo, en lo que quiero y puedo hacer. —¿Cuántos partidos ha jugado en hierba en su carrera?
—Yo había jugado el año pasado la fase previa, pero no tiene nada que ver el club. Y antes de venir aquí este año jugué la fase previa de Mallorca. Ese es mi bagaje: una victoria y dos derrotas. Apenas tres partidos. Soy un poco novato y vengo a aprender. —¿Y cómo es el tenis en hierba? ¿Es tan diferente al resto de superficies? —Las diferencias se aprecian bastante
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«Las diferencias se aprecian bastante; el golpe liftado se frena mucho porque la pelota bota bastante bajo»
a la hora del bote de la pelota. El golpe liftado se frena mucho porque la pelota bota bastante bajo. Y desliza mucho con los golpes planos y cortados. Esa es la gran diferencia. Por eso es muy importante el tema de la movilidad. Para llegar a la pelota no puedes resbalarte como en tierra o como algunos tenistas hacen incluso en pista rápida. Y eso lo hace más diferente. La exigencia de piernas es más alta porque tienes que ajustarte mejor de piernas a cada movimiento para golpear.
—¿Se nota en el cuerpo el cambio a la hierba?
—El otro día jugué mi primer partido tras la temporada de tierra. Al día siguiente sí que estaba más cargado porque estás más bajo de piernas; se cansan más los glúteos y las piernas están porque deben estar más flexionadas.
—Ha entrado en los cien mejores del mundo, ¿cómo valora esta primera parte de su temporada?
—Prefiero esperar a final de curso para valorar, pero este año está siendo mi primer año en rankings directos, clasificándome para torneos ATP de forma directa, y el primer año de mi carrera en el que he jugado menos ‘challenger’. La temporada está siendo correcta. Pero trabajo cada día para que termine mejor. Sobre todo hay que estar sano.
—¿Cómo va de nervios por debutar? Hoy, con Reilly Opelka, casi nada. —Los nervios siempre están ahí. Pero no tengo nada que perder, contra un rival muy duro que en esta superficie exprime mejor sus cualidades. Él es el favorito. Intentaré ir a por él.
Desde los tiempos de la Guerra Fría no tenía tanta importancia la política en el ajedrez. En Madrid se disputa un torneo de Candidatos crucial. La FIDE vetó la participación de Sergey Karjakin por su apoyo entusiasta a Putin y a la guerra, pero permitió que participe Ian Nepomniachtchi, sorprendente y destacado líder después de ocho jornadas, de 14. Algunos recuerdan ahora que fue un error. Es el candidato odiado, un antihéroe cuyo dominio supone un problema.
En 1972, el mundo entero tomó partido a favor o en contra de Bobby Fischer, el primer occidental que desafiaba el dominio soviético. Medio siglo después, en Madrid hay dos estadounidenses y solo un ruso, pero pocos quieren que gane este último. Ayer, Nepo firmó unas tablas casi insultantes, en menos de una hora y sin despeinarse, contra Ding Liren.
Fabiano Caruana, por su parte, jugó una partida a vida o muerte contra su compatriota –pero no amigo– Hikaru Nakamura. Fischer acusó a los rusos de jugar en equipo. Nadie podrá acusar a los americanos de pactar sus resultados en el Palacio de Santoña. Al final, perdió Caruana, que con 5 puntos necesita ganar hoy a Nepo (6) para alcanzarlo en la clasificación. Solo Nakamura (4,5) y Rapport (4) siguen su estela.
«Hipnosis»
Caruana, por cierto, se mostró muy crítico con Richard Rapport, por cómo perdió contra Nepo el día anterior. «Me sentí un poco mal. Es una de las partidas más sorprendentes que he visto en la élite», dijo. Fabiano llegó a hablar de «hipnosis», una palabra que no se citaba en el ajedrez desde hace décadas.
A todo esto, Magnus Carlsen, campeón del mundo, no quiere volver a enfrentarse a Nepo ni a Caruana, más por aburrimiento que por miedo. Hay algo de altanería en su postura, pero en su equipo hay miembros que siguen pensando que ningún ruso debería participar en el Candidatos.