Impulsan una escuela catalana para aislar a los niños del castellano
Piden a profesores y familias apoyo para aplicar en Cataluña una inmersión radical
En los albores de los años 80, en plena transición democrática, ochenta escuelas catalanas creadas como cooperativas de padres o profesores formaron el Colectivo de Escuelas para la Escuela Pública Catalana (Cepec). Su objetivo era recuperar el uso del catalán en la escuela así como la tradición pedagógica anterior a la Guerra Civil. Ahora, una asociación –La Llama (La Flama, en catalán)– ha hecho un llamamiento a familias y profesionales del mundo educativo para impulsar la primera «escuela identitaria catalana», según se autodefinen, en la que los alumnos no solo aprendan en catalán, sino que jueguen, se relacionen e interactúen con su entorno exclusivamente en esta lengua. «Que se eduquen y crezcan solo en catalán», subrayan los organizadores.
Como las ikastolas vascas
La idea que subyace de fondo en la iniciativa, que se inspira también en las ikastolas vascas y en La Bressola (escuela en catalán en el sur de Francia creada en 1976) es, según reconoce la asociación, fomentar que los alumnos catalanes solo usen el catalán en el ámbito educativo y también fuera de las aulas, y preservarles de la influencia del castellano. En definitiva, según señala la asociación, el objetivo es proporcionar a los alumnos que se escolaricen en estos centros «un espacio donde crecer en normalidad dentro de su identidad, un derecho imprescindible». «Queremos que nuestros hijos crezcan en una infancia sana, en catalán, rodeados de amistades catalanas, en un entorno totalmente en catalán, sin ningún problema que les impida tener una vida normal en catalán, ni agresiones ni mofas que les dejen taras de autoodio», apunta la asociación en su carta de presentación, consultada por ABC. La entidad lanzó la propuesta hace unos meses y, según apuntan, ya han logrado el apoyo de numerosas personas. Esperan reunir al menos a 300 familias para arrancar la iniciativa. La idea es que la cooperativa de escuelas arranque con financiación privada y se mantenga a largo plazo con las cuotas de las familias. Desde la asociación reconocen que «el tema de la financiación no está resuelto» y tampoco tienen edificio para arrancar el proyecto. Esperan que el primer centro se emplace en Barcelona.
Pese a que nacen con la idea de desmarcarse de cualquier influencia del castellano y de la red de escuelas de la Generalitat, las escuelas de La Flama seguirán el currículo educativo del Govern, con las horas de Lengua y Literatura Castellana habituales.
La Asociación La Llama considera que la situación de la lengua catalana en las escuelas es preocupante, especialmente fuera de las aulas, «debido al aumento del alumnado castellanohablante» en los últimos años y quiere blindar a los estudiantes catalanes de la influencia de otras lenguas que no sean la suya, la materna. En este sentido, la asociación considera que la inmersión lingüística no es suficiente y que la Generalitat ha fracasado en su ofensiva de preservar el uso de la lengua catalana entre los alumnos. «Con una Generalitat que nunca ha defendido nuestros intereses y que siempre nos ha dejado abandonados, los catalanes debemos volver a crear nuestras comunidades y hacer red. Somos una nación que lo ha hecho continuamente a lo largo de su historia, no olvidemos quienes somos».
«Genocidio nacional»
La asociación detrás del proyecto critica la llegada de inmigrantes de los últimos años como «invasión de forasteros»
«Como el departamento de Educación y la escuela concertada, con nuestros impuestos solo nos ofrecen como propuesta el genocidio nacional de nuestros hijos, los catalanes hemos decidido organizarnos y crear La Flama, una cooperativa privada financiada por familias catalanas con la voluntad simple y directa de crear una escuela normal, en un entorno normal para nuestros hijos catalanes», apunta la carta fundacional.
La asociación subraya, asimismo, algunas ideas para mejorar la situación: «Deberían haberse aplicado filtros meritocráticos porque los no catalanes con deseo de prosperar hubiesen tenido que demostrar su catalanidad para prosperar. También hubiera sido muy útil aplicar estos filtros para los profesores de la escuela pública», añaden.
En su cuenta de Twitter, La Flama critica también la falta de implicación de los inspectores educativos en la persecución del no cumplimiento de la inmersión y advierte de que el 25 por ciento de castellano impuesto por los tribunales en algunos centros educativos «es solo un preludio de lo que vendrá». Ante eso proponen organizarse «al margen del sistema público creando escuelas cooperativas catalanas». En la misma carta fundacional, los impulsores advierten de una ofensiva del castellano en las escuelas y en los entornos educativos y denuncian la imposición desde hace años de un «bilingüismo anormal impuesto a sangre y fuego».