Repsol inaugura su terminal marítima en el puerto de La Coruña veinte años después
El Plan Galicia de 2003 contra los daños del Prestige ya preveía el traslado a Langosteira
La planta se ocupará de la llegada de petróleo en crudo y la recogida del producto refinado permanecerá en los muelles interiores
Dos décadas después de la redacción y firma en Consejo de Ministros del Plan Galicia ve la luz uno de los proyectos que este contemplaba llevar a cabo mediante ayudas. Ayer fue inaugurada la terminal marítima de la petrolífera Repsol en Punta Langosteira, en el puerto exterior de La Coruña, tras su traslado desde el muelle de San Diego, en el interior, con miras a que para 2027 éste quede completamente liberado.
Así, la nueva terminal se ocupará de la llegada en barco de petróleo en crudo, mientras que la recogida del producto refinado seguirá realizándose en los muelles interiores. Son 60.000 metros cuadrados de parcela de suelo y 52.000 de lámina de agua en los que la firma invirtió 126 millones, manifestó su presidente, Antonio Brufau. Con su apertura, explicó, la petrolífera da un paso en la transición a la segunda fase el traslado del resto de tráficos desde el puerto interior a Langosteira. Pero el margen para esta operación abarca hasta 2027, fecha límite de la concesión con la actual compañía de suministro eléctrico. Por lo pronto, con la inauguración de la nueva planta se da cumplimiento al acuerdo suscrito en 2013 con la Autoridad Portuaria coruñesa por el que Repsol opera desde 2015 los tráficos sólidos en el puerto exterior. A ellos se suma ahora el crudo, empezando por la llegada el próximo jueves de un petrolero, recogió EP.
Una apuesta acertada
El de ayer fue «un día de celebración», a ojos del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que durante el acto aplaudió la importante implicación de Repsol en «proyectos estratégicos» promovidos por el gobierno gallego, especialmente en la forma de «grandes apuestas» como la realizada en el puerto exterior, incluso cuando estas reciben «muchísimas críticas durante muchísimo tiempo». Admitió que hubo «vicisitudes» y que «tuvieron que intervenir gobiernos de todos los colores y de todos los ámbitos» para sacar adelante la iniciativa. «Todo se ponía en cuestión», dijo, «no se sabía de dónde se iba a sacar la financiación». Pero «al final, aquí está», se congratuló.
«Está claro que el que no apuesta no se equivoca» y al hacerlo «produces inconvenientes», reconoció, pero «si no lo hacemos nosotros lo van a hacer otros. Y cuando queramos aprovecharnos de los beneficios», apuntó, «no tendremos los medios». Por eso, expresó Rueda, «me alegro de que los que empezaron esto hace tantos años se atrevieran», y agradeció «la inversión tan potente que hizo Repsol» y que la consolida, junto al resto de sus instalaciones, como una «compañía de bandera» en el territorio. El propio Brufau, durante su intervención, también se refirió a la refinería local, ubicada en Meicende (Arteixo), como un «activo» para su empresa; y aseguró que la planta continuará su actividad con el objetivo de reducir las emisiones de CO2. Dichas instalaciones alojarán el tratamiento del petróleo en bruto que hará su llegada al puerto exterior y luego trasladará hasta allí un poliducto de nueva construcción.
La delegada del Gobierno en La Coruña, María Rivas, destacó el respaldo por parte del Ejecutivo central «para hacer realidad inversiones» como la que dio luz a la nueva terminal. Su inauguración la tildó de «completamente positiva» la alcaldesa de la ciudad herculina, Inés Rey. A su juicio, el traslado desde su anterior ubicación en San Diego «supone un paso importantísimo» de cara a la apertura de los muelles locales, a la «desafectación de los mismos y a la construcción de la nueva ciudad hacia ese lado de la bahía en los próximos años».