ABC (Galicia)

Confundir el cul con las témp…

Escribir ya no es solo algo frustrante, ahora hay que tomárselo como una aventura de riesgo

- OTI RODRÍGUEZ MARCHANTE

Del mismo modo que para tener un perro se necesita un máster, para publicar un libro es preciso tener cerca un ‘sensitivit­y reader’, o sea, alguien que te alumbre por el camino correcto de los adjetivos, las expresione­s, los sentimient­os y las agudezas. Y si es un libro de literatura infantil, además de un ‘sensitivit­y reader’ es aconsejabl­e tener también cerca un buen abogado. En realidad, esta época tan fina que ha hecho del papel de fumar la mejor agarradera le ha proporcion­ado al ejercicio de la literatura –y de otras artes– nuevos estímulos; hasta hace unos años, escribir una novela podía ser solo algo frustrante, sin más, pero ahora hay que tomárselo como una aventura de riesgo, un deporte extremo. Y no solo escribir, sino incluso haber escrito. Con algo publicado por ahí, por malo que sea, puedes convertirt­e de un día para otro en un miserable, un vicioso, en alguien al que escupir.

En la década anterior, que ya empezaba el mundo a descubrir ‘la sensibilid­ad’, tuve el arrojo de escribir un par de libros de cuentos infantiles (¡de cuentos infantiles!) y gracias a mi buena editora (A buen paso) y a mi reconocida falta de prejuicios y sesgos pude ponerlos en las librerías sin que hasta el momento nadie me haya llamado miserable. Pero recuerdo un pequeño detalle, un conflicto sin importanci­a: en uno de los cuentos, un niño tenía que ponerle nombre a un caracol para un trabajo en el colegio, y decidió llamarlo Caracul; en fin, cosas de niños. Y tuvimos una reunión para ver si tal nombre podía herir sensibilid­ades y si no habría inconvenie­nte en cambiarlo. Y claro que había un inconvenie­nte: me conozco y no iba a encontrar un nombre mejor que Caracul, o sea, que luché por él. Siempre habrá tiempo, si resulta ofensivo (¿?), para que llegue alguien ‘sensitivit­y’ y lo cambie por otro o lo queme. Total…

Los niños son listos, al menos hasta que llegan a adultos, que es cuando confunden el culo con las témporas. Y los perros también son listos.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain