«Me enviaron la noche de Reyes el expediente de expulsión para generar dolor y ensañamiento»
▶ El líder crítico de Podemos que resiste a la purga explica en ABC que su persecución es un «proceso político»
Detrás de los Picos de Europa, en Asturias, queda el último sector crítico de Podemos con suficiente fuerza como para suponer una molestia a la secretaria general, Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y relevo de Pablo Iglesias. La dirección de Podemos quiere expulsar a Daniel Ripa (Jaca, 1981), diputado autonómico que da nombre a la disidencia que la Prensa bautizó como ‘ripistas’, por «difamar al partido». Él denuncia una persecución y un «proceso político» contra el «modelo más autónomo» defendido por su equipo.
En conversación con ABC, Ripa lamenta la guerra de Podemos Asturies y denuncia un «secuestro del partido» –en connivencia con la dirección nacional de Belarra– y una deriva «sin pluralidad ni respeto a la democracia interna» que él relaciona con el declive electoral. «Es la primera vez en la historia de la política asturiana que un partido trabaja para que no le voten en las elecciones. Es lo nunca visto. Y solo es posible porque alguien en Madrid o en la dirección estatal ve con simpatía que suceda. Entiende que cuanto peor, mejor. Entiende que es mejor no tener representación en Asturias, que tener un grupo parlamentario fuerte o un gobierno que consideren que no está controlado al 100 por ciento», denuncia.
«Me piden entregar el acta»
Quedan tres meses para las elecciones autonómicas del 28-M y teme que el partido «modifique» las listas para que la candidata ripista Covadonga Tomé no les represente. «Creemos que podría continuarse con esa estrategia de apartar a la gente que ha sido elegido en las primarias». Ripa denuncia que les quieren purgar porque plantean un modelo de partido «más abierto» y que no esté controlado desde Madrid. Y reta a la nueva coordinadora autonómica y al aparato a que sean los militantes quienes decidan si tiene que ser expulsado o no, «de la misma forma que se votó si Pablo Iglesias podía vivir en el chalet».
El pasado martes, recibió la resolución de un expediente de expulsión por unanimidad de la Comisión de Garantías Democráticas Estatal. Para sorpresa de nadie, se trata de un órgano copado de afines a la cúpula. Tiene hasta el 21 de marzo para recurrir mientras recibe presiones para entregar su acta de diputado asturiano. «Sorprende que antes de que acabe el plazo para presentar el recurso me estén pidiendo que entregue el acta, es lo mismo que le pasó a Alberto Rodríguez, cuando con el procedimiento judicial en marcha le quitan el acta de diputado y luego, recurre y cuando se la tienen que devolver, ya no es posible –explica Ripa–. Esto es porque me quieren quitar de en medio o porque ya saben que es lo que va a decir el recurso y da igual lo que alegue porque se va a resolver igual».
Ni Belarra ni nadie del núcleo duro ha querido darle explicaciones. Podemos le comunicó por e-mail la víspera de Reyes que querían echarle. Él hubiera preferido carbón: «Yo me preguntaba por qué alguien enviaría la Noche de Reyes un expediente de expulsión. Y es evidente que es un intento de generar un dolor añadido, de ensañamiento».
En las primarias de noviembre, la candidatura ripista para presidir el gobierno asturiano encabezada por Covadonga Tomé se impuso a la lista oficialista de Alba González, asesora de Irene Montero en el Ministerio de Igualdad. Todo queda en casa. 1565 votos frente a 1150. Fue la única lista alternativa que se impuso en unas primarias llenas de candidaturas afines a Belarra y sin rivales. «Lo que sucede desde entonces son procesos de expulsiones e invisibilización absoluta de la candidatura de Tomé. Y 116 días sin presencia de ella en la web de partido ni en redes sociales ni en ninguno de los grandes actos oficiales del partido organizados por Belarra o Montero. No le han presentado a los candidatos y en cuatro meses no ha conseguido tener una reunión con la dirección», denuncia Ripa. Y añade: «Desde noviembre vimos que había un intento interesado de echar gasolina al conflicto, había fuego y querían más gasolina». ¿Pero quién?, pregunta ABC. «En Asturias, el equipo de Sofía Castañón –explica– y Rafael Palacios y Ana Taboada, que leen la carta de expulsiones [en una rueda de prensa desde Asturias] y entiendo que es porque alguien en Madrid les dice que tiene que ser así».
Ripa perdió en 2021 el liderazgo regional contra Sofía Castañón, afín a Belarra, por 100 votos. Puso en duda la legitimidad del proceso y lo elevó al órgano interno de garantías. La comisión todavía no ha resuelto su recurso. De esa época, recuerda una amenaza de Lilith Verstrynge, secretaria de Organización: «Durante ese proceso, la secretaria de Organización, en Madrid, me pone a las claras y me dice: ‘Oye, si tú tiras adelante, no te apartas y no dejas que las cosas vayan como tienen que ir, va a haber expedientes tuyos, expulsiones, cosas que van a salir en Prensa. Hubo desde Madrid esa petición. Yo les dije que en Asturias hay un espacio mayoritario que tiene que liderar y no se pueden poner candidatos desde Madrid».
«Yo creo en Podemos»
«La clave es ver si a nosotros, que hemos ganado las primarias, se nos expulsa uno tras otro, el mensaje que están mandando a la gente es: ‘No os presentéis a las primarias porque da igual que ganéis, no os vamos a dejar ejercer’. Y eso es demoledor para un partido. Elimina la posibilidad de pluralidad, ya no existen alternativas porque, ¿quién se va a presentar después de esto?».
Pese a su perfil crítico, Ripa asegura que no está en contra de la línea estratégica de la dirección y quiere «lo mejor» para el partido. «Apoyamos a Pablo Iglesias en los momentos de repetición electoral (...) Y estamos contentos con las medidas que ha tomado el Gobierno de coalición». El exlíder asturiano confía y cree en Podemos. Pero trabaja por «la estructuración territorial» sin tutelas. «La crisis en Podemos Asturies está comenzando y si no se soluciona, puede tener repercusiones en otras comunidades y afectar a la campaña de las autonómicas».
Podemos le acusa de dos faltas muy graves, dos faltas graves y dos faltas leves, según el expediente, documento al que ha tenido acceso este periódico. Dicen que Ripa viene «realizando declaraciones difamatorias hacia la coordinadora autonómica y hacia los órganos autonómicos y estatales de Podemos». También le reprochan haberse negado cambiar la titularidad de la cuenta bancaria del Grupo Parlamentario cuando perdió la condición de portavoz. El expediente lo inicia en enero una gestora porque Castañón está de baja médica.
Elecciones autonómicas 28-M «Es la primera vez que un partido trabaja para que no le voten en las elecciones. Y solo es posible porque alguien en la dirección lo ve con simpatía»