ABC (Galicia)

EE.UU. abre una nueva era de seguridad ante el alza de los ciberataqu­es

▶La nueva ciberestra­tegia da permiso a la CIA, la NSA y otras agencias a que tengan en marcha sus propios ‘hackeos’ ▶El Gobierno identifica como política de estado las injerencia­s digitales de Rusia, China o Corea del Norte

- DAVID ALANDETE CORRESPONS­AL EN WASHINGTON

Ocurrió en 2016: un descuido en un correo engañoso llevó al jefe de gabinete de Hillary Clinton, John Podesta, a poner en manos de un grupo de ‘hackers’ ligados a la inteligenc­ia militar rusa cientos de correos privados, lo que, según la Fiscalía, propició una de las mayores campañas de injerencia política de la historia y bien pudo influir en el devenir de las elecciones presidenci­ales de aquel año.

Se ha convertido en un patrón: un descuido de un empleado o de un ciudadano, o un pequeño fallo de una red de seguridad, acaban teniendo consecuenc­ias desastrosa­s para una nación.

Ante ese problema, la Casa Blanca se ha dotado, la pasada semana, de una estrategia de cibersegur­idad que supone una transforma­ción drástica en cómo Estados Unidos se defiende ante un riesgo creciente en internet por el expansioni­smo, sobre todo, de Rusia y China. Esta nueva política defensiva da a las agencias de inteligenc­ia de EE.UU. un papel más agresivo en la defensa de las redes informátic­as esenciales, y detalla por primera vez requisitos para que las empresas que ofrecen servicios digitales sean responsabl­es de los sistemas de internet que comerciali­zan, y sean penalizada­s si sufren ataques.

La presidenci­a norteameri­cana destaca que no debería ser el usuario de internet el que deba pagar constantem­ente las consecuenc­ias de estos ataques. Según dice la estrategia: «El descuido momentáneo de una sola persona, el uso de una contraseña obsoleta o un clic erróneo en un enlace sospechoso no deberían tener consecuenc­ias para la seguridad nacional. Nuestra cibersegur­idad colectiva no puede depender de la vigilancia constante de nuestras organizaci­ones y ciudadanos».

De obligado cumplimien­to

Como consecuenc­ia, el Gobierno federal deberá trabajar con el poder legislativ­o en el Capitolio para dotar a EE.UU. de unas nuevas leyes que apliquen una serie de estándares de seguridad para programas y sistemas informátic­os de obligado cumplimien­to, algo que hoy por hoy no existe. Serán las empresas informátic­as, con el Gobierno, las que se aseguren de que se tapan esos agujeros en la arquitectu­ra de internet. Según Kemba Walden, directora nacional de Cibersegur­idad en funciones, «hoy por hoy se espera, por ejemplo, que los centros escolares se enfrenten por sí solos a organizaci­ones delictivas transnacio­nales. Esto no es sólo injusto. Es ineficaz».

Oleoductos y ferrocarri­les

Sobre todo, se van a emitir por primera vez una serie de requisitos obligatori­os para las redes informátic­as de los servicios que se consideran esenciales, como el transporte o el suministro de energía. Según dijo en una teleconfer­encia con periodista­s, Anne Neuberger, asesora en el Consejo de Seguridad Nacional para Cibersegur­idad, «la estrategia codifica los dos primeros años de establecim­iento de requisitos mínimos de cibersegur­idad para oleoductos, ferrocarri­les y, en breve, para otros sectores que iremos anunciando».

Otra de las principale­s novedades de esta estrategia es la de declarar como prioridad la prevención del ‘ransomware’, un tipo de programa maligno que toma el control del sistema o dispositiv­o al que infecta y pide un rescate para devolver el control a su dueño. Según el documento, el ‘ransomware’ es una «amenaza para la seguridad nacional, la seguridad pública y la prosperida­d económica», y, por lo tanto, detectarlo y combatirlo debe ser una prioridad para las agencias de inteligenc­ia.

España está entre los países más atacados por esa vía sobre todo, según los expertos, por la vulnerabil­idad de sus sistemas públicos y privados. Según una reciente edición del informe ‘Threat Lanscape’, es la séptima nación que más amenazas de este tipo registra. En agosto, por ejemplo, fueron secuestrad­os los sistemas del CSIC, y el Gobierno dijo que «el origen del ciberataqu­e procedía de Rusia».

España está entre los países más atacados a través del ‘ransomware’ por la vulnerabil­idad de sus sistemas

Según esta nueva estrategia estadounid­ense, «los autores del ‘ransomware’, que operan desde paraísos seguros como Rusia, Irán y Corea del Norte, se aprovechan de malas prácticas de cibersegur­idad para hacerse con el control de las redes de las víctimas y recurren a las criptomone­das para recibir los pagos de extorsión y blanquear sus ganancias». También identifica las injerencia­s digitales como política de Estado en esas dictaduras.

Aun así, la atribución de estos ataques suele ser complicada, dado el anonimato con el que se puede operar en internet. Muchos ataques se localizan en Rusia o en China, pero los regímenes que controlan ambos países suelen negar que el Estado tenga nada que ver con ellos. Aun así, Rusia ha sido acusada por la Fiscalía de EE.UU. de tener en marcha campañas de injerencia y espionaje en EE.UU. por medio de sus servicios de inteligenc­ia tanto civil como militar. La agresión a Ucrania iniciada hace un año también tuvo un componente digital importante, con ciberataqu­es a infraestru­cturas de ese país.

La nueva ciberestra­tegia de EE.UU., aparte de fortificar los sistemas defensivos de la infraestru­ctura digital del Estado, insta a las agencias de inteligenc­ia a mejorar sus capacidade­s para ataques preventivo­s contra grupos extranjero­s que se dedican al secuestro o la injerencia en redes informátic­as. Es decir, da permiso a la CIA, la NSA y otras agencias a que tengan en marcha sus propios ‘hackeos’, o infiltraci­ones de redes informátic­as, de forma preventiva.

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EFE Los responsabl­es de las agencias de seguridad e inteligenc­ia de EE.UU.: FBI, NSA, Cibersegur­idad y Defensa//

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