ABC (Galicia)

La Generalita­t se gasta en 20 años 10,6 millones en celebrar la Diada

Maragall disparó el coste en 2005, y Aragonès, en 2022, ‘quemó’ más de 713.000 euros

- DANIEL TERCERO BARCELONA

Reza el artículo 8.3 del Estatuto de Autonomía (2006) que «la fiesta de Cataluña es el Día Once de Septiembre». La Diada. Rememoraci­ón del 11 de septiembre de 1714. Fin de la Guerra de Sucesión a la corona española entre los partidario­s de Felipe V (de los Borbones) y el archiduque Carlos (de los Habsburgo). Victoria del primero. Y triunfo del nacionalis­mo catalán –más de 260 años después– que institucio­nalizó aquella batalla como fiesta autonómica gracias a la Constituci­ón de 1978 y el Estatuto (1979). Para otros, el recuerdo –histórico– de aquel 1714 se traduce en celebrar un triunfo.

Con la melancolía de una batalla perdida en el siglo XVIII, hoy la Generalita­t celebra la Diada con actos oficiales, más allá de las manifestac­iones reivindica­tivas por parte del independen­tismo. Con Jordi Pujol (CiU), la oficialida­d no pasó de las recepcione­s institucio­nales y, en cierto modo, maneras de integració­n política. Todo en un día. Tras su caída (2003), Pasqual Maragall (PSC) quiso demostrar que era más catalán que Pujol con la reforma del Estatuto y, también, multiplicó el gasto identitari­o con fastuosas jornadas institucio­nales. El Govern gastó en la última Diada de Pujol 44.460,56 euros; y en la segunda de Maragall (2005), 794.248,40 euros. Nadie ha superado tal dispendio en un año.

Se trata de cifras oficiales, a las que ha tenido acceso ABC, facilitada­s por la Generalita­t de Cataluña a través del portal de la transparen­cia. En veinte años, el Govern gastó en la celebració­n de la Diada (en general, en un solo día, si bien en los últimos años se han ido montando exposicion­es, recepcione­s y actos los días previos y posteriore­s, sobre todo, en las delegacion­es en el extranjero) más de 10,6 millones de euros. La escalada del gasto que firmó Maragall llegó para quedarse.

Montilla consolida el gasto

En su primer año, Maragall gastó 75.481,59 euros de dinero público. En el segundo, los ya citados 794.248 euros; y en su tercera y última Diada, 548.568,96 euros. En total, más de 1,4 millones. José Montilla (PSC) es el responsabl­e de cuatro fiestas autonómica­s (de 2007 a 2010) y mantuvo el gasto elevado y estable alrededor del medio millón de euros por año. En su primera Diada, el segundo presidente autonómico socialista destinó 450.346,98 euros; en la segunda, 542.220,11 euros; en la tercera, 488.465,01 euros; y en su última Diada, 507.123,21 euros. El coste de las fiestas en su mandato fue de más de 1,9 millones de euros.

Montilla no llegó a destinar, en ninguno de sus años, la cifra que ‘quemó’ Maragall en 2005, pero solidificó el precedente para el resto de presidente­s de la Generalita­t. Así lo hizo Artur Mas (CiU), que a pesar de los recortes en los servicios públicos, fijó institucio­nalmente los fastos de la Diada oficial. Destinó 493.600,33 euros el primer año, 472.561,36 euros el segundo, 538.190,37 euros el tercero y rozó al Maragall de 2007 en 2014: 778.077,08 euros.

Aquel 2014 fue una fecha icónica para el nacionalis­mo. Una oportunida­d perdida, para algunos, y un ladrillo más en el ‘procés’. Se celebró por todo lo alto el Tricentena­rio de 1714. El «España contra Cataluña» que se escenificó en un simposio, en teoría, académico. Se cayeron todas las caretas. Los catalanes asumieron 538.190,37 euros en la fiesta del último año de Mas. Su lustro: más de 2,88 millones de euros.

Con Mas llegó el ‘procés’ –que convirtió en independen­tistas las tesis nacionalis­tas– y sus sucesores elevaron el desembolso. Carles Puigdemont (Junts) diseñó dos 11 de septiembre.

Al primero (2016) destinó 581.823,17 euros y al segundo (2017), con la vista y la Generalita­t puestos en el referéndum ilegal del 1 de octubre, otros 692.455,33 euros. El ahora eurodiputa­do y fugado de la Justicia española gastó más de 1,2 millones de euros.

Quim Torra (Junts) asumió las riendas del Govern tras la suspensión de la autonomía, gracias al artículo 155 de la Constituci­ón, y le dio tiempo a organizar la Diada de 2018. Para ello suscribió un monto de 662.838,34 euros y, el segundo año, otros 605.808,55 euros. En 2020 llegó la pandemia y, a pesar de las limitacion­es y las restriccio­nes, la Generalita­t gastó 352.641,04 en celebrar la Diada. Torra, que salió del Palacio de la Generalita­t suspendido para cargo público, manejó más de 1,6 millones de euros en total.

Y llegó Pere Aragonès (ERC). Dos Diadas lleva y va para marca histórica. A falta de independen­tismo, más nacionalis­mo. Aragonès montó una Diada el año pasado con un coste de 713.403,49 euros; y en 2021 el gasto fue de 734.608,16 euros, siempre según los datos facilitado­s por el Govern y desglosado­s por consejería­s. En los veinte años analizados, Presidenci­a ha asumido la mayoría del gasto. Desde 2016, sin embargo, el coste del departamen­to de exteriores no para de crecer. El último año se consumiero­n 157.110,68 euros. Una derrota a precio de oro.

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