Bugallo ve «imposible» que la tasa turística se aplicase antes de 2025
▶La hoja de ruta fija diálogos con la oposición y el sector con miras a hacer llegar el plan a la Xunta antes de verano ▶Considera destinar lo recaudado a preservar el patrimonio de Santiago y sufragar los sobrecostes en servicios
Continúa su avance el debate por la posible implantación de la tasa turística en Santiago, que, de salir adelante la propuesta, lo situaría como el primer concello gallego en aplicar un gravamen de esta naturaleza. Sería, como ya había adelantado la USC en el resumen del informe técnico que elaboró por encargo de Raxoi, una cantidad a pagar por el visitante de la urbe que oscilaría entre los 0,5 y los 2,5 euros por día de estancia contratada en establecimientos de Compostela, en función de su categoría de alojamiento y hasta un máximo de seis, y cuya recaudación retornaría a las arcas municipales. Siendo la primera clama de las asociaciones del sector la de «definir» y «enmarcar» a qué se destinaría el empleo de estos fondos —que, vaticina el estudio, se contarían en torno a los 2.800.000 de euros anuales—, esta cuestión fue una de las principales que ocuparon el encuentro de este miércoles entre el alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, con Unión Hotelera Compostela, Hostalaría.gal y la Asociación Hostelería Compostela para presentarles en profundidad las líneas que sigue el proyecto.
Una cita en la que también estuvieron presentes el concejal de Turismo de Santiago, Sindo Guinarte, y el catedrático César García Novoa, autor del texto de la propuesta, y que ya ha servido para recoger «alguna propuesta de las asociaciones», afirmó el regidor tras la reunión sin comprometerse a dar más detalles. Una «primera reunión de trabajo» que calificó de «densa, intensa, como era de suponer» pero en la que, tranquilizó, «no percibimos ninguna hostilidad por parte del sector». Habiendo fijado las bases y abierto el diálogo, la intención de Raxoi es trasladar su propuesta «para que este verano» la Xunta ya disponga de ella, remarcando, eso sí, que continuar los trámites posteriores será una cuestión «que corresponderá a otra Corporación». Será, abundó, tras «convocar una junta de portavoces para comentárselo al resto de grupos», enviarla al consejo de administración de Información y Comunicación Local; y volverse a reunir con las asociaciones del sector. En cualquier caso, Bugallo clarificó que ve «imposible» que por su naturaleza burocrática la medida pudiera llegar a hacerse efectiva «antes del 2025».
Sin afectar a la captación
Con trabajo de organización y diálogo por delante, Bugallo aventuró que la aplicación de la tasa «puede tener efectos muy positivos» en «la propia concienciación del turista, de adónde va» y «las necesidades» que surgen en tal lugar a raíz de su impacto; en «la preservación (...) de ese patrimonio del que está disfrutando»; y a modo de «ayuda»
Alcalde de Santiago
«En ningún caso está constatado que el impuesto tuviera efectos negativos en la captación del turista»
César García Novoa
Catedrático y autor de la propuesta
«No creemos que suponga un mayor coste de gestión para los negocios, la idea es que sea fácil de calcular»
Lois Lopes Presidente de Hostalaria.gal
«Es esencial que incluya al excursionismo por su alto impacto en poco tiempo y el escaso rendimiento económico que produce»
para que «aquellos ciudadanos que no se dedican al turismo» hallen una «utilidad práctica» al ver «un número importante de turistas que ocasiona algún tipo de molestias o dificultades», dijo, resumiéndolo como un modelo en el que «todos compartimos los beneficios del turismo». A renglón seguido, el regidor comparó esta seguridad a la que le merecen las conclusiones a raíz de los datos en los que se basa el informe, los cuales, ratificó, «corroboran» el éxito en «la aplicación de la tasa turística, incluso a niveles mucho más elevados de los que se plantean en Santiago», abundando que «en ningún caso» se ha «constatado que tuvieran efectos negativos sobre la captación del turista».
Colaboración del sector
Para llevar el proyecto adelante, García Novoa contó como necesaria «la colaboración de los establecimientos de alojamiento hostelero y también de las empresas de alojamiento turístico», para los que no cree «que vaya a suponer un mayor coste de gestión» —un deseo que ya había expresado Hostelería Compostela, que afronta el debate con buen ánimo—, en línea con la concepción de impuesto «fácil de calcular, objetivo y muy sencillo en su aplicación». Por parte del cliente «se liquidaría en el momento de satisfacer la cuenta del establecimientio hotelero», al realizar el checkout, explicó Novoa, mientras que «habría un ingreso trimestral por parte del establecimiento hotelero, que haría una liquidación de impuesto de una manera muy similar a la que se hace con el IVA».
Una propuesta que vierte Hosteleria.gal es que la tarifa «sea escalada, por día o fracción», de modo que «no penalice en exceso al tipo de visitante con más poder adquisitivo, por ser el objetivo del turismo sostenible, responsable y de calidad». También ve «esencial» que incluya al turismo de excursiones por su «alto impacto» sobre «el entorno de la Catedral en el poco tiempo que permanece en la ciudad y el escaso rendimiento económico que produce».