Rueda compara las viviendas de la Sareb con el fiasco del Garañón
El propio PSOE eleva al debate autonómico la gestión en Lugo de Gómez Besteiro
Alfonso Rueda entró ayer en sede parlamentaria en el «legado» que le viene afeando el PPdeG al nuevo delegado del Gobierno en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, el fiasco del Garañón, en parte como réplica a los ataques de los socialistas a Elena Candia por el viacrucis judicial de este. De paso, le sirvió para volver a rebajar el alcance de los anuncios del Gobierno en materia de vivienda. Irónicamente, fue el propio portavoz socialista quien se lo puso en bandeja durante la sesión de control.
El presidente de la Xunta, durante un careo sobre vivienda, acusó a Pedro Sánchez de «hacer electoralismo descarado con este tema», y Luis Álvarez se revolvió reprochando que «electoralismo» es que la víspera el Grupo Popular sacara a colación el Garañón «para sacar al señor Gómez Besteiro». «Eso es pura objetividad», ironizó Álvarez, quien intentó defender al exsecretario general del PSdeG culpando al PP de Lugo por una modificación previa en el plan general de ordenación municipal: «¿Qué hace un gobierno con una licencia municipal que, como usted sabe perfectamente, es un acto reglado? ¿Está sugiriendo a los candidatos que tiene aquí, que se presentan a las elecciones municipales, que tengan que dar una licencia, que si no les gusta, no la dan?». Y apostilló: «Les veo muy nerviosos
con el retorno del señor Gómez Besteiro y su tándem con el señor González Formoso, hacen bien en estar nerviosos».
Rueda no iba a dejar pasar la oportunidad que le brindaba Álvarez —a quien calificó de «magnífico abogado defensor» y «fiel servidor» del Gobierno— para enlazar las gestiones de Besteiro y su jefe de filas nacional. El titular de la Xunta tiró de apoyo gráfico, mostrando fotografías que, se corresponden con las propiedades de la Sareb que «ofreció Sánchez a Galicia como magnífica solución a la vivienda», asegurando que «los gallegos pueden entrar a vivir inmediatamente». «Esto es lo que hay, están como el Garañón. Efectivamente, se parecen bastante al Garañón», dijo con retranca, en alusión al estado de las torres ubicadas en la capital lucense.
Rueda abogó por «hablar en serio» de vivienda y señaló que justamente eso resulta «muy difícil» de hacer con los discursos del presidente del Gobierno, de quien recordó que comenzó hablando de 50.000 inmuebles, de los que unos 1.200 serían para Galicia —aunque la Sareb los redujo a poco más de 40—, para dar después otras cifras en el Senado, de 113.000 a 180.000. El presidente autonómico hizo una última alusión a Besteiro reivindicando la «vivienda real» frente a aquella que hay que «derribar», como el Garañón, poniendo en valor que, desde 2009, la Xunta ha llegado a 4.640 adjudicaciones de vivienda pública. Además, abundó, se invirtieron más de 80 millones de euros en adquirir suelo y urbanizarlo para erigir casi 4.300 viviendas protegidas, con alrededor de 2.000 ya construidas y entregadas, a las que se suman casi 400 de concellos con ayudas de la Xunta. «Sin tanta propaganda», reivindicó, la Xunta viene de aprobar un plan para incrementar en un 50% el parque público residencial hasta 2026.
Pontón recurre a Pemex
Durante el careo, con la política industrial como temática, con Ana Pontón, Rueda informó de que ha solicitado una reunión con el nuevo ministro de Industria, Héctor Gómez, con quien espera «tener más suerte» que son su predecesora, Reyes Maroto; cuando le reciba, apuntó, defenderá la dotación con fondos europeos para proyectos tractores gallegos, entre otras cuestiones.
Para caldear el intercambio dialéctico, la portavoz nacional del BNG sacó a colación el reciente viaje de Rueda a América. Más allá de preguntar «cuánto nos costó a los gallegos» y «cuáles son los acuerdos económicos logrados», atacó al mandatario reduciendo su balance a «repartir gorras del Xacobeo» y «ofrecer Galicia para seguir adelante con el expolio eólico de nuestro mar». No solo afirmo que su partido no ve «justificado ese viaje», sino que fue más allá apuntando que «esperemos que no acabe como el del señor Feijóo», en alusión al caso Pemex.
Rueda, en su réplica, demandó «un poco más de respeto por los gallegos que viven fuera». De paso, retó a la portavoz del Bloque a visitar la hermandad gallega en Caracas —una de las paradas de su periplo— y trasladarles que el régimen que les «conviene» es el que los nacionalistas «defienden» en Galicia. «Vaya por allí, a ver si es capaz», remachó.