Juana ‘la Molinera’, la ‘mamma’ de la trama
al comunicado, sin agua corriente, electricidad o teléfono. Esto era Mojácar en los años 50, un pueblo en lo alto de un cerro con vistas al mar. Los mojaqueros emigraban hacia Cataluña, Francia o Alemania hasta que se produjo el milagro de convertirse en uno de los destinos más deseados del turismo.
En los 70, el entonces alcalde Jacinto Alarcón comenzó a ofrecer solares gratis y todo tipo de facilidades para instalarse. No tardaron en construirse hoteles, complejos y urbanizaciones, incluso el único parador de turismo de la provincia que el mismísimo Manuel Fraga inauguró en 1966.
Mojácar pueblo, actualmente con 1.580 habitantes, tenía sus esperanzas en Mojácar Playa, que supera los 5.000. Tres kilómetros separan el laberinto de calles estrechas con pequeñas casas encaladas de la larga línea de costa. Aquí estaba su futuro, junto al mar, con el desarrollo urbanístico para la construcción de hoteles y locales de ocio.
En esa época, Juana Torres García (Mojácar, 1937), ‘La Molinera’, con treinta años ya se había casado y tenía descendencia. Su cuñada Ángela contrajo matrimonio con Bartolomé Flores Flores, y ambos son los padres de Francisco Bartolomé Flores, uno de los detenidos por su implicación en la presunta trama de compra de votos del PSOE.
«En los años 80 quienes ‘cortaban el bacalao’ en el pueblo eran ellos. Lo de comprar votos ya lo hacía la Molinera; entonces no era dinero, sino comida. La historia es muy larga, no es algo nuevo, son todos del PSOE y querían tener control absoluto, pero hubo un vuelco político en el ayuntamiento y comenzaron los problemas», explica un vecino que quiere el anonimato.
Juana Torres era la dueña inicial del estanco, un negocio que por jubilación traspasó a un familiar. Actualmente, la Molinera tiene 87 años. Figura como administradora de un gran número de empresas, entre ellas Mojácar Dos Mil, Zahurdicas de Mojácar, Secano del Pascha y Casa Vista de Los Ángeles. Todas estas sociedades están dedicadas a la promoción inmobiliaria y cuentan con treinta años de antigüedad.
MBartolomé Flores fue alcalde de Mojácar por el PSOE entre 1987 y 1994, también senador desde 1996 a 2000. Dejó la política por la promoción inmobiliaria y para crear un entramado societario en el que los apellidos Torres y Flores están presentes. Hasta once empresas se registran con descendientes de ‘la Molinera’, muchas vinculadas a la gestión y desarrollo urbanístico, y hostelería. Entre ellas, destaca la administración de lotería El Indalo de Oro, en la localidad cercana de Garrucha, una discoteca y el chiringuito Playa Juana, que hace honor a su nombre.
Bartolomé Flores tiene una demanda interpuesta contra el Ayuntamiento de Mojácar por la calificación de uso en una parcela de su propiedad en primera línea de playa. En estos terrenos solo pueden construirse equipamientos privados como colegios, centro sanitarios o deportivos.
En el pueblo dicen que «no son socialistas, son socialistos», cuando alguien le menciona al clan Torres Flores. Los describen como una familia con mucho dinero, sin necesidad de entrar en política porque «aquí los concejales no tienen un sueldo muy elevado». La única explicación que encuentran los vecinos son los «intereses ocultos» que podrían tener.
A quien se pregunta por la Molinera, y contesta, solo tiene buenas palabras. «Genuina, única. Un ejemplo de trabajo, constancia y de amor a los suyos»; o «Juana es mucha Juana, trabajadora y buena como no las hay».
Además del sobrino de Juana, una vecina revela que otro de los detenidos es Vicente Sáez, otro nieto de la Molinera y primo del candidato socialista arrestado. «Todos son de la misma familia. El padre de este chico le ‘salvó las castañas’ a su suegro, tuvo muchas dificultades económicas con bancos y con embargos. Hay mucho más de fondo, tienes que ser de aquí de toda la vida para entender lo ocurrido», apunta.
Vicente Sáez y Francisco Flores son socios en Playa Juana; además, el primero tenía otro chiringuito, Amantes cerrado por una infracción urbanística. El padre de Vicente fue el salvador de la familia de la Molinera y además está relacionado con la gestión y venta de Marina de La Torre en los años 90, una inmensa parcela que estaba sin desarrollar que ahora alberga hoteles, urbanizaciones y chalets de lujo.
«Mojaquero y empresario. Me comprometo a crear viviendas para nuestros jóvenes, trabajar de forma decidida para prolongar la temporada turística y posicionar Mojácar en el lugar que se merece». Así vendía su candidatura Francisco Flores.
Sobre el otro miembro de la candidatura detenido, Cristóbal Vizcaíno, número cinco en la lista del PSOE, los comentarios son más parcos. Regenta un restaurante y bar de copas en el pue
En las urbanizaciones de playa se rompió la tranquilidad. Mandala, Lua y Moma son tres de los locales más conocidos. Cuando comienza la temporada, la fiesta no para de lunes a domingo y desde el ayuntamiento mojaquero se han impulsado diferentes ordenanzas para poner coto a los desmanes en el municipio.
La Policía Local ha perseguido el ocio etílico callejero, hecho centenares de decomisos de bebidas alcohólicas e impuesto innumerables sanciones. En los meses de mayor afluencia, estas medidas resultan infructuosas ante la avalancha de jóvenes. Una de las normativas más polémicas fue la prohibición de Djs en establecimientos que no disponen de licencia de local musical. Se llegó a crear una plataforma de ‘disc jockeys’ para reivindicar su trabajo como referentes del ocio de Mojácar.
Cano gobierna desde 2007 en la localidad bajo las siglas del PP. Apenas 550 votos le dieron la vara de mando en 2019: 1.692 del PP frente a los 1.145 obtenidos por el PSOE. Con estas cuentas cada voto es importante.
«Como se presentan las elecciones del 28M aquí, si te has gastado 40.000 euros en 200 votos pueden estar bien invertidos porque pueden influir en quién alcanza la mayoría absoluta que está en siete concejales y dejar al otro partido en seis ediles», afirma el encargado de un negocio, que tampoco quiere que se sepa su identidad.
En Mojácar están expectantes con su futuro este domingo. El PP congregó esta noche a cientos de vecinos para animarlos a que participen, vayan a las urnas y les den su apoyo. El joven Francisco García, también empresario, pretende tomar el relevo a Cano, que en estos comicios ha dado un paso atrás, ya jubilada; se queda en el número dos para respaldar al nuevo candidato.