Dos millones de gallegos deciden hoy el futuro de sus concellos
▶En juego están los 3.705 concejales repartidos por todo el territorio, así como los 108 diputados provinciales ▶Los políticos aprovecharon la jornada de reflexión para descansar después de dos semanas maratonianas
Después de una larga campaña llegó la calma en forma de jornada de reflexión antes de la tormenta: hoy más de dos millones de gallegos deciden quiénes serán sus alcaldes por los próximos cuatro años. En total, son casi 4.000 urnas repartidas entre los 313 concellos que conforman el territorio gallego. Los datos de la Delegación del Gobierno, que durante la pasada semana ultimaba todos los detalles para garantizar el derecho a voto para los 2.225.962 gallegos llamados a los comicios municipales, presupuestan que el gasto total de hoy se eleva a los 3,4 millones de euros derivados de la logística y seguridad, una cantidad que es sensiblemente menor a la anterior, ya que en 2019 coincidieron con las elecciones al Parlamento Europeo. Por provincias, La Coruña contará con 1.544 mesas electorales en 889 colegios; 1.344 mesas en Pontevedra, en los 665 locales; 539 mesas en 413 locales de Orense; y 534 mesas en 393 locales de Lugo. Para poder llevar a cabo todo el proceso electoral con las garantías democráticas es necesario el trabajo de 21.400 personas en toda Galicia, entre miembros de las mesas, representantes de la administración —responsables de la transmisión de datos en las mesas— y miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que velarán por la normalidad de la jornada.
La carrera política iniciada el viernes 12, hace ya más de dos semanas, con la pegada de carteles en todos los ayuntamientos al filo de las 00.00, llega hoy a la meta. En juego están los 3.705 concejales repartidos por todo el territorio, así como los 108 escaños
3.961
Los colegios elecotorales de cada uno de los 313 concellos llevan días preparados para la cita. Son 3.961 mesas electorales repartidas en toda Galicia.
3,4
en las diputaciones provinciales.
Después de más de dos semanas intensas, los líderes políticos y alcaldables, como es habitual en víspera de elecciones, aprovechan para descansar y mostrar su cara más familiar y cercana. Y cada uno lo hace de una forma diferente, aunque siempre, de una u otra manera, dejándose ver entre la vecinanza. Eso sí, todos en un ambiente mucho más distendido que durante los últimos y maratonianos 15 días. Alfonso Rueda se subió encima de la moto, una de sus aficiones, para participar en la concentración organizada por Motoclub Moteros do Morrazo en Bueu (Pontevedra). Desde los populares, quien hizo balance de campaña fue la secretaria general, Paula Prado, que valoró «muy positivamente» la «magnífica» campaña del PPdeG, con «muchísima participación» en los actos organizados por todo el territorio.
Sobre las dos ruedas también pasó Valentín González Formoso la jornada de reflexión. Pero él sin motor: en la mañana de ayer se subió a la bici para recorrer el concello al que se presenta a la reelección como alcalde, As Pontes. Después de días «recorriendo las grandes y pequeñas localidades del país», dijo, ahora toca «descansar» y «dedicarle tiempo a la familia», y a los amigos, con los que después de la ruta se fue a «tomar una caña», recoge EP.
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, compartió desayuno con la alcaldable de su formación en Santiago, Goretti Sanmartín. Y por la tarde, ruta organizada por el colegio de su hija. Ella insistió en la «importancia de una gran participación de los vecinos y vecinas», porque es la ciudadanía la que «tiene el poder de decidir».
Los diferentes alcaldes y candidatos también pasaron la jornada de reflexión dedicando las horas previas a las elecciones a sus familias y amigos. O, en el caso de Paco Rodríguez, candidato socialista a la alcaldía de Orense, ya informaba el viernes a los me
dios su gabinete que ayer el alcaldable se dedicaría a «cuidar su huerta y a sus animales». Por su parte, el actual alcalde, Gonzálo Pérez Jácome, tocó el piano, hizo skate y practicó atletismo.
El regidor compostelano, Sánchez Bugallo, aprovechó la reflexión para acercarse a la militancia organizando una comida en la Plaza de Abastos de la ciudad. La también socialista Inés Rey, alcaldesa coruñesa, tuvo una mañana algo más completa: ofició tres bodas ayer. Miguel Anxo Lores, alcalde de Pontevedra, también casó a una pareja pontevedresa durante esta jornada de reflexión. Y, en Vigo, Abel Caballero
acudió a varios eventos en calidad de alcalde. Por su parte, la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, participó en actividades deportivas y acudió a un encuentro de palilleiras.
En Ferrol se dio una situación poco común durante las horas previas a la llamada electoral: todos los candidatos que hoy se enfrentan en las urnas pasaron su día de reflexión animando al Racing, que se jugaba ayer el ascenso a Segunda División después de 15 años. Pocas cosas unen a una localidad como el fútbol, incluso a rivales políticos. De hecho, allí se citó también Valentín Formoso.
Los ciudadanos tienen la palabra. Tras quince días de mítines y una jornada de reflexión, los gallegos dictan hoy sentencia. Con la elección de papeleta van a decidir no pocas cosas. Son comicios municipales, sí, pero este 28M supone además el inicio de un nuevo ciclo electoral. En los próximos meses llegarán las generales, las autonómicas y las europeas. Y ello ha condicionado la campaña y va a condicionar la lectura de los resultados.
El contexto político en el que se desarrollan estas elecciones parece favorecer al PP. Consolidado ya el liderazgo de Alfonso Rueda, el presidente de los populares gallegos afronta hoy su primer examen en las urnas. Y las encuestas han venido apuntando a que mejorará notablemente los resultados que su partido consiguió hace cuatro años. Probablemente sea fuerza mayoritaria en la Galicia urbana, primer partido en la mayoría de las ciudades de la comunidad, recuperando el gobierno de varias de esas urbes e incluso con la posibilidad de sumar la presidencia de alguna de las Diputaciones. Ese escenario reforzaría aún más su posición de cara a las autonómicas.
La izquierda, en cambio, pude salir tocada de estas elecciones. Singularmente el PSOE. Los sondeos han venido durante toda la campaña detectando un creciente desgaste de sus candidatos y de sus siglas. No está funcionando la bicefalia que han planteado entre el presunto líder, González Formoso, y el presumible candidato en las próximas autonómicas, Gómez Besteiro. No porque difieran sus discursos, sino porque el discurso que exhiben resulta insostenible. Sin un relato propio en clave gallega, se han pasado estos quince días, como los meses anteriores y seguramente los próximos, justificando los despropósitos del gobierno de Pedro Sánchez. A él y su Frankenstein han fiado su destino en el PSdeG. Una apuesta arriesgada que, según las encuestas que se han publicado estas últimas semanas, podría llevar la socialismo gallego a perder el gobierno de varias ciudades. Y ello puede acentuar la crisis en la que se ahoga ese partido desde hace tiempo.
Pese a ese desgaste del PSOE, el BNG parece haber ya tocado techo. Mejorarán los resultados obtenidos en 2019, pero los sondeos publicados estas últimas semanas ya venían sugiriendo un deterioro creciente de sus expectativas. Esos estudios demoscópicos indicaban que el Bloque no estaba pescando demasiado en el caladero de socialistas descontentos. Y además parece haberse frenado también su absorción del espacio que habían ocupado las mareas. A diferencia de las últimas autonómicas, en estas elecciones las candidaturas del rupturismo podrían sobrevivir en algunas ciudades del eje atlántico y ello merma las posibilidades de crecer del nacionalismo.
Ese universo que orbita entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias también se juega mucho en estas elecciones. Esas dos corrientes miden sus fuerzas hoy en La Coruña. Al margen de ese resultado concreto, los resultados globales de ese espacio político van a definir su futuro. El peso de cada uno de los actores de ese cosmos de cara a la conformación de la candidatura -o candidaturas- que llevarán a las generales.
Todo ello ha influido en la campaña. Influye hoy en la elección de papeleta que hagan un porcentaje no menor de ciudadanos. E influirá en la lectura que se haga de los resultados de estas elecciones. Sí, en algunas plazas se explicarán exclusivamente en clave local, por la personalidad de un determinado candidato o la posición de los partidos en un determinado asunto. Pero en estos comicios se juega algo más. Hoy se inicia un nuevo ciclo electoral. Los gallegos con su voto van a reordenar el mapa político de la comunidad. Las coordenadas en las que se disputarán en los próximos meses las generales y las autonómicas. La eventual derrota de la izquierda -si se confirman las tendencias reflejadas en las encuestas publicadas estas últimas semanas- anticiparía el derrumbe del sanchismo a final de año y reforzaría la posición de Alfonso Rueda de cara a las elecciones gallegas de 2024.
Los socialistas se han pasado estos quince días justificando los despropósitos del gobierno de Pedro Sánchez