Monje, cervecero e ‘influencer’
Cada vez que Erik Varden viene a España levanta pasiones eclesiales
Cada vez que el monje Erik Varden, ahora obispo en la diócesis noruega de Trondheim por nombramiento del Papa Francisco, viene a España levanta auténticas pasiones eclesiales, como si fuera un ‘influencer’ con millones de ‘likes’ en su haber. ¿A qué se debe el fenómeno Erik Varden?
Para quienes no sepan de su vida destaco que nació en 1974. Su abuelo era pastor protestante, sus padres, agnósticos declarados. Estudio Divinidad, es decir, Teología, en el Magdalene College de Cambridge. Alejado de la fe, vivió un curioso encuentro con Dios al escuchar la sinfonía n. 2 de Mahler. Una vez defendida su tesis fue invitado a dar clases en París. Entonces decidió entrar en los Cistercienses de la Estricta Observancia. Destinado a Roma estudió en el Pontificio Instituto oriental. Lo eligieron, a su vuelta, abad de su monasterio, el Mount Saint Bernard Abbey en Coalville (Inglaterra), famoso por sus cervezas. Lector de Jon Fosse, Knausgard, Wendell Berry, Marylinne Robinson, entre otros, habla de Dios con serenidad y de la Iglesia con dulzura.
Hace unos días estuvo en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra con una conferencia titulada ‘A la altura de la tormenta del corazón humano’. En una Iglesia bastante tensionada, la palabra de Erik Varden produce un impagable sosiego del alma. No hace mucho le preguntaron qué hacer ante la desorientación y el desaliento. Lo primero que dijo es que hay que «aprender a relajarse y no encendernos demasiado por la convicción de estar viviendo en una decadencia sin precedentes en la historia». Lo segundo, «colocar lo que nos pasa en el plan de Dios, en el tiempo de Dios, que es nuestro tiempo, y no sólo nuestro tiempo, y debe ser nuestro plan, pero no sólo nuestro plan».
Y añadió: «Cuando todo se está derrumbando y a la vez nos sentimos responsables de mantener esos muros para que no se caigan, sencillamente aceptar que el día de hoy es el día que Dios ha hecho y que nos ha entregado, que Él hará de este día también un día de gracia y alegría». Sabiduría monástica puesta al día.
El Papa Francisco se reunió ayer con la Junta Constructora de la Sagrada Familia de Barcelona para conocer la marcha de las obras. Los fondos recaudados han permitido alzar 135 metros la torre de Jesucristo, que tiene previsto llegar a 172,5 metros y ser coronada en 2026 con una cruz de otros 17 metros. Francisco les solicitó que «no se pierda el clima de oración en este templo», para «contemplar en su integridad el proyecto iconográfico de Antonio Gaudí», informa J. M-B.