Revés para las víctimas del Alvia: la CIAF no abrirá otra investigación
▶ No ve elementos que la justifiquen y alega que sus conclusiones serían idénticas a la anterior
A la espera de la sentencia, que no debería tardar en dictarse, más de diez años después de la tragedia ferroviaria de Santiago, en las mesas de los despachos siguen moviendo expedientes relacionados con el Alvia más allá del proceso penal. El último, la respuesta de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) a la Plataforma de Víctimas, en la que se niega a abrir una nueva investigación técnica sobre el accidente que el 24 de julio de 2013 costó la vida a 80 viajeros y dejó heridos a otros 145.
El pleno de la CIAF se reunió el 15 de febrero para dar respuesta a una sentencia del Tribunal Supremo que confirmaba otra del Tribunal Superior de Justicia de Madrid sobre la petición de la Plataforma de Víctimas de una nueva investigación técnica sobre la tragedia. Esa auto ordenaba, literalmente, «retrotraer las actuaciones para que se remita a la CIAF, en su actual composición, la solicitud presentada por la recurrente para que se admita, en su caso, tramite y decida la petición expresada conforma a Derecha».
Y la respuesta ahora de la CIAF ha sido tajante: rechaza una nueva investigación porque, entre otras cosas, «no conduciría a nuevas conclusiones ni a recomendaciones que no hubieran sido implantadas». «Una nueva investigación por parte de esta comisión, en estas circunstancias, no conseguiría el objetivo de aportar mejoras a la seguridad del transporte ferroviario, que es su misión y razón de ser». La CIAF añade otras razones para no investigar de nuevo la tragedia ferroviaria de Santiago, como que «no se ha detectado tampoco ninguna nueva información que pueda ser técnicamente relevante sobre el suceso»; y también, que las nueve recomendaciones que formularon en su primer y último informe, de 2014, «a fecha de hoy, más de nueve años después, todas ellas han sido ya aplicadas y cumplidas».
La Plataforma de Víctimas lamenta la decisión de la CIAF, y recuerda que la Agencia Ferroviaria Europea (ERA), en un informe posterior, concluyó que la CIAF «no aseguró la independencia» de su investigación, y que, además, se centró en la causa directa del accidente, el error humano del maquinista, pero no respondió sobre las «causas profundas» del siniestro. Pero la CIAF hace otra interpretación sobre esa resolución de la ERA. Reconoce
que la ERA hizo «críticas» a su investigación del accidente, pero las reduce a una «opinión no vinculante sobre aspectos de naturaleza formal», como «la presunta falta de apariencia de independencia», que, dice, «ya fueron aclarados en su momento». Además, «ninguna de esas opiniones invalida la investigación realizada».
La CIAF interpreta que la ERA no ha cuestionado su independencia sino, simplemente, que «la composición del equipo investigación» no la aseguraba. Además, recuerda que su misión no es determinar la culpa de la responsabilidad de los investigados, para eso está el proceso penal, sino hacer una investigación «puramente técnica». «El problema para la ERA no era una presunta falta constatada de independencia, sino de una presunta falta de apariencia de independencia», argumenta la CIAF en su escrito.
En todo caso, esto es un nuevo varapalo para las víctimas y familiares del accidente del Alvia, que siguen esperando a que la jueza emita la sentencia sobre el juicio, celebrado el año pasado, durante nueve meses, en Santiago de Compostela. En el banquillo, se sentaron el maquinista, Francisco Garzón Amo, y Andrés Cortabitarte, que entonces era el director de seguridad de la circulación de Adif.