Koldo descubrió a un agente que le seguía por la calle
oldo García no fue muy prudente mientras le estaban investigando, tal y como demuestra el sumario de la operación Delorme. De hecho, según fuentes consultadas por ABC, algunas personas dijeron al exescolta que tuviera cuidado, ya que era público que el Partido Popular de Madrid había presentado varias denuncias sobre compras de material sanitario durante la pandemia, una de ellas relativa a las mascarillas adquiridas por el Ministerio de Transportes, operación en la que él intervino a cambio de dinero, según la tesis de los investigadores. La Fiscalía Anticorrupción fue comunicando el archivo de varias de las denuncias, pero no el de esta en concreto: «Blanco y en botella. Si no se comunicaba el archivo, eso significaba que había una investigación en marcha», dice a ABC
Kuna fuente vinculada al ministerio. Aun así, parece ser que Koldo no tomó demasiadas precauciones e incluso siguió reuniéndose con los integrantes de la trama, pruebas que los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil fueron recabando.
Pero hubo un punto de inflexión o al menos así lo refirió el exasesor del Ministerio de Transportes a sus contactos más estrechos. Un día indeterminado, Koldo García sospechó de una persona a la que había identificado en momentos distintos. Temió que lo estuviera siguiendo, ante lo que decidió, con sus casi dos metros de envergadura, darse la vuelta y encararse. El aludido le reconoció que era guardia civil, siempre según las fuentes consultadas por este diario.
A partir de ahí, Koldo hizo algunas llamadas y/o contactos en persona con mandos de la Guardia Civil para tratar de confirmar la investigación y su alcance. Cierto es que mantenía muy buenas relaciones con mandos de la Guardia Civil, trabajadas en sus tiempos de escolta en el País Vasco, donde colaboró activamente en la lucha contra ETA.
Así, en octubre del año pasado, cuatro meses antes de su detención, Koldo relató a su hermano Joseba que agentes de la UCO estaban investigando al menos a su hermano y a un total de 27 personas, «detrás de joder a José Luis», refiriéndose, se entiende, a quien había sido su jefe, el ministro socialista José Luis Ábalos.
La conversación, adelantada por Isabel Vega, está transcrita en uno de los oficios de esta unidad de élite incorporados al sumario del caso que se sigue en el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, al que tuvo acceso ABC. Fue en el restaurante epicentro de la trama, la marisquería madrileña La Chalana, después de que el empresario investigado Juan Carlos Cueto abandonase el local tras reunirse con los dos hermanos.
«Ahora viene la Guardia Civil a verme y vienen también de la UCO para explicarme que no me pusieron el seguimiento a mí», dice Koldo a su hermano. Le explica que «era en el seguimiento de Izaskun y era al padre», personas que no se identifican en el oficio policial, y añade que estaban «detrás de joder a José Luis, detrás del secretario de Estado, detrás del... hay, me parece que son 27 personas las cuales están siguiendo». «Pero han venido... que sólo me siguen a mí», contesta Joseba. «Tú eres tonto... es que eres gilipollas. Pues esos me los he traído esta noche para ver...», le replica Koldo.
Los investigadores dieron credibilidad a estas afirmaciones porque, según recoge la Fiscalía Anticorrupción, «habida cuenta de que esta información podría venir de algún tipo de filtración proveniente de la propia Guardia Civil», la UCO procedió a «auditar todas aquellas bases de datos con información relativa a la investigación».
Maniobras
La consecuencia del chivatazo fue que los hermanos intentaron «revertir actuaciones notariales» que habían sido apuntadas por al Guardia Civil, «como indicios del incremento patrimonial de Koldo y su entorno» fruto de presuntas comisiones a cambio de interceder para que la empresa «instrumental» Soluciones de Gestión se llevase 53 millones de euros en contratos públicos de mascarillas. La Guardia Civil también descubrió «indicios» de que tanto Koldo García como Juan Carlos Cueto y el empresario también investigado Iñigo Rotaetxe eran «conocedores de la existencia de una investigación penal sobre ellos». Además, Cueto llamó a Rotaetxe en una conversación «de la que se extrae que tienen conocimiento de las diligencias de investigación 10/2022 de la Fiscalía Anticorrupción e incluso del fiscal que se encarga de las mismas, Luis Pastor».
El exasesor de Ábalos relató a su entorno que sospechó de un tipo que le seguía, se le encaró y el guardia civil se identificó: después llamó a sus contactos para recabar información