El sector del transporte español busca 26.000 conductores en Marruecos
▶El Gobierno convalidará los carnés magrebíes para dar entrada a más empleados para autobuses y camiones ▶El gremio avisa de que una llegada en masa de conductores del país africano precarizará aún más la profesión
El transporte por carretera español se enfrenta al desafío histórico de dar el relevo generacional a una plantilla cuyo grueso ve ya muy de cerca el final de su carrera laboral. No lo tendrá fácil. El sector está teniendo serios problemas para encontrar trabajadores entre la población activa nacional. Y esa dificultad ya propicia que empresas del sector se vean obligadas a rechazar trabajos. Son unos 26.000 conductores los que el transporte calcula que requiere a corto plazo, pero la necesidad será exponencial con el transcurrir de los años.
La búsqueda de trabajadores en el extranjero se ha presentado en los últimos tiempos como la principal solución y se ha conseguido atraer a cientos de profesionales desde Sudamérica. Pero ahora todas las miradas están puestas en la captación del gremio marroquí tras el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de que España convalidará los carnés del país norteafricano.
La medida aprobada por el Consejo de Ministros hace un mes y fundamentada por La Moncloa como respuesta al déficit de conductores profesionales, ha tenido una buena acogida entre los operadores de autobuses y camiones, pero no tanto entre los trabajadores del sector. Las empresas creen que Marruecos es una buena cantera para el transporte español por la experiencia que han constatado las firmas patrias asentadas en el país magrebí. Pero también reconocen la falta de dominio, en muchos casos, del castellano, de la señalización española e incluso del uso del tacógrafo que allí es manual –y no obligatorio– y en España digital.
Desde 2004 existe una reciprocidad de canje del permiso B de coche entre España y Marruecos, pero para el resto de vehículos la situación era bien distinta. Hasta ahora, –al igual que ocurre con una treintena de países– los conductores marroquíes que querían obtener los carné C y D (autobús y camión) en España tenían que enfrentarse a pruebas teóricas y prácticas donde las competencias anteriormente citadas quedaban refrendadas.
Pero una vez que la Dirección General de Tráfico (DGT), –la convalidación fue propuesta por este propio organismo en 2019– publique la nueva modificación este paso no será necesario y el permiso marroquí podrá recibir la misma homologación que el de los ciudadanos de países como Suiza, Andorra, Corea del Sur, Japón, Mónaco, Reino Unido y Nueva Zelanda. Tan solo tendrán la obligación de obtener el Certificado de Actitud Profesional (CAP).
Si son conductores que consiguieron el carné antes de 2009 necesitarán adquirir el CAP de formación continua que tiene una duración de 35 horas. Pero si lo obtuvieron después de ese año tendrán que obtener el CAP inicial equivalente a 140 horas de preparación. En todo caso, son trámites más sencillos respecto a los que se enfrentan ahora y a bastante menor coste, lo que en la práctica serviría para propiciar un mayor interés entre los conductores al otro lado del estrecho de Gibraltar.
Hay empresas españolas que ya disponen directamente de centros de formación en Marruecos. Es el caso de Alsa, el principal operador de autobús en nuestro país, que también es allí uno de los más potentes, con 6.000 empleados y más de 350 millones de pasajeros transportados al año. Precisamente, esta semana el ministro de Transportes, Óscar Puente, visitaba sus instalaciones de Casablanca, donde instruye al personal que ejecuta los servicios públicos en el reino. Por el momento, la formación de Alsa va especialmente dirigida a conductores que operan en el país, pero fuentes del sector aseguran que con la nueva normativa buscarán importar conductores a España.
Esta posibilidad es vista como una amenaza por el gremio del transporte, que creen que una llegada masiva de marroquíes al sector solo servirá para precarizar las condiciones laborales.
POLÉMICA MEDIDA
La medida aprobada por el Consejo de Ministros hace un mes permite homologar los carnés para camiones y autobuses para los conductores marroquíes en España y viceversa sin necesidad de pasar un examen. Es una excepción que tienen pocos países, ente ellos Reino Unido y Suiza.
745.000
conductores es lo que calcula la gran patronal europea del transporte por carretera IRU que harán falta en todo el continente en 2028, casi el 20% de la profesión.
Los trabajadores del sector creen que la llegada de conductores marroquíes a España servirá para mantener las condiciones precarias a las que se enfrentan buena parte de los trabajadores en estos momentos.
5%
Actualmente, tan solo el 5% de los trabajadores del sector tienen menos de 25 años, algo que preocupa y mucho al transporte por carretera. La media de edad es elevada. Más de la mitad de los conductores europeos rebasan los 44 años de edad. «Quieren traer a gente que vive en una situación de pobreza para empobrecer lo que tenemos aquí», subraya a este periódico el secretario de organización del Sindicato Libre del Transporte (SLT), José María Cazallas, que añade que «es importar el sistema de trabajo que tienen allí a España. Quieren abusar de estas personas para seguir precarizando el empleo, tirando precios a los clientes».
Para el SLT, las dificultades para en
contrar conductores en España se corresponden con las malas condiciones del sector. «En muchas empresas no encuentran conductores porque no están dispuestos a conducir un vehículo pesado por 1.000 euros, con la responsabilidad que conlleva, y con el riesgo de asumir un delito penal por infracción de tráfico», remarca Cazallas.
El ejemplo del Brexit
Desde los grandes operadores del transporte por carretera rechazan esa tesis y piden mirar a lo ocurrido en otros países como el Reino Unido tras el Brexit. «Hay que facilitar la llegada de trabajadores de otras nacionalidades porque a largo plazo va a haber una escasez de conductores que hará imposible el trabajo en Europa. Se vio con la salida del Reino Unido de la UE cuando se encontraron con graves problemas de suministros por la falta de inmigrantes», relata el director del departamento técnico de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), José Manuel Pardo.
El presidente de la patronal logística UNO, Francisco Aranda, también se muestra favorable a importar trabajadores del extranjero para resolver el déficit de personal, «porque hay empresas que no pueden crecer». Pero pide que se tome partido por hacer que la carretera se mire como una profesión donde hacer carrera y no como algo eventual, también para los españoles. «Hay que hacerla más flexible, cómoda y crear una percepción más seria del transportista. Tiene que dejar de ser visto como un sector refugio», remarca.
El tiempo apremia para el transporte de mercancías y de pasajeros por carretera, que en pocos años pueden sufrir severas tensiones que impedirán cumplir con los flujos operativos que pueden realizar hoy. El problema es continental. Según la Organización Internacional para el Transporte por Carretera (IRU), en 2028 harán falta 745.000 conductores en Europa, casi el 20% del total de la profesión. La cantera escasea: tan solo el 5% del gremio tiene menos de 25 años. Más de la mitad del sector rebasa los 44 años.