Natalia Fabra, favorita de Teresa Ribera para presidir Redeia
▶ Es la candidata que sopesa también la vicepresidenta al frente de la nueva CNE
Dos sillones para una misma propuesta. Y es que en las últimas semanas el nombre que más se oye para uno y otro puesto es Natalia Fabra, catedrática en el Departamento de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid. Fabra, actualmente también consejera independiente de Enagás, es la favorita en todas las quinielas de la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Primero, para ocupar el cargo de la nueva Comisión Nacional de la Energía (CNE). Y, ahora, para sustituir a Beatriz Corredor, al frente de Redeia.
No en vano, Fabra –curiosamente, hija de Jorge Fabra, quien fuera presidente de Red Eléctrica, hoy Redeia, con Felipe González, y también exconsejero de la antigua CNE– fue la candidata que ya propusiera la vicepresidenta Ribera para sustituir a Jordi Sevilla en 2020 como presidente del operador del sistema eléctrico. Finalmente, tras la filtración de la propuesta de la ministra –acusada de intervencionismo por Sevilla, lo que hacía complicado justificar el aterrizaje en la empresa pública de la «hija de un amigo de la vicepresidenta»–, la elegida fue la actual presidenta, Beatriz Corredor, exministra de Vivienda en la era Zapatero (entre 2008 y 2010).
La Moncloa, que inicialmente había visto con buenos ojos la candidatura de Fabra por su dilatada y prestigiosa trayectoria en el sector, dio marcha atrás en su designación para el puesto y decidió decantarse por Corredor, amiga personal del presidente Pedro Sánchez, desde que fueran concejales en el Ayuntamiento de Madrid. Nombrada Corredor, la vicepresidenta del Gobierno negó las presiones sobre Sevilla y que estuviera tanteando a Fabra para sustituirle si bien argumentó que Red Eléctrica es una empresa estratégica que «tiene la obligación de estar alineada» con la política energética del Ejecutivo.
Al nombre de Natalia Fabra, una de las ideólogas de la reforma del sector eléctrico y, de hecho, asesora de cabecera de Teresa Ribera –de ahí su favoritismo para alzarse con el cargo al frente de Redeia–, se unen otros dos nombres. El de otra de las históricas en el sector, Maite Costa, que presidió la antigua CNE entre 2005 y 2011 con el gobierno de Zapatero, e incluso el de Manuel de la Rocha, actual secretario General del Departamento de Asuntos Económicos y G-20 con Sánchez. Además, fuentes del sector recuerdan que es un puesto muy goloso por tratarse de uno de los cargos públicos con mayor remuneración, que podría utilizar el presidente del Gobierno que tiene muchos compromisos políticos que satisfacer y le corre prisa tener sillas que ofrecer, sobre todo, al entorno del PSC.
No obstante, otras fuentes, que no descartan el nombramiento de Fabra como nueva presidenta de Redeia o de la CNE, coinciden que tras tantos años como técnica, ahora sus ambiciones son más políticas, y quiere convertirse en la próxima ministra de Transición si Ribera se va a Europa, «de eso se habla mucho y por eso puede que aparezca en las ternas», concluyen.
Otros nombres que suenan para el puesto con menos fuerza son Maite Costa, De la Rocha y un candidato del PSC sin desvelar