Alcoa enfría las posibilidades de venta de la planta de A Mariña
▶ Sigue buscando, junto a Xunta, Gobierno y comité, otras opciones de «viabilidad a largo plazo» para San Cibrao
Alcoa no contempla la venta de su complejo de San Cibrao, en Cervo (Lugo) como única vía para lograr la continuidad de la planta. De hecho, pese a que en el encuentro de este jueves con Gobierno, Xunta y comité se refirió a mediados de junio como la fecha aproximada en la que comenzaría a aceptar ofertas vinculantes –a petición de la secretaria de Industria, que le solicitó concretar plazos–, la firma puntualiza que sigue buscando «una solución de viabilidad a largo plazo» como alternativa al proceso de venta. Aunque, por el momento, ninguna se divise en el horizonte.
Según detalló la multinacional aluminera en un comunicado, durante la reunión de seguimiento del acuerdo de viabilidad trasladó, tanto al Gobierno de España como a la Xunta y a los representantes del comité de empresa, un «análisis financiero» a 5 años vista del complejo en base al escenario actual. La previsión financiera, confirmó Alcoa, «arroja un flujo de caja negativo en las operaciones de más de 600 millones de dólares –unos 553 millones de euros– entre 2024 y 2026» y prevé que esa tendencia no se revierta hasta 2027; es decir, que su producción tardaría tres años en volver a números positivos. Como ya informó este diario, la necesidad de premura la completa el pronóstico de que los fondos disponibles en el grupo español se agoten en la segunda mitad de este año, poniéndolo en riesgo de afrontar una «situación de insolvencia» en la que, ya anunció la empresa anteriormente, tendría que tomar medidas en el trabajo.
Por ello, la empresa inició el contacto con potenciales compradores para una posible venta del complejo y anunció que se abriría a recibir las primeras propuestas, no vinculantes, a mediados de mayo. En su último mensaje público, Alcoa asegura que «evaluará próximamente con el Gobierno de España y la Xunta de Galicia la participación de ambas administraciones» en la posible transferencia; precisamente, las dos cerrarán un acuerdo de confidencialidad con la compañía para velar por la «seriedad» de las empresas interesadas «en el examen de las ofertas», según explicó el jueves la conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana. El proceso de venta, sin embargo, permanece «incierto» a ojos de la compañía, que «sigue trabajando en buscar una solución de viabilidad a largo plazo» diferente.
También por esa razón, abundó, había planteado en la reunión del jueves una batería de medidas a tomar por cada parte interesada –Xunta, Gobierno, Alcoa y comité–, en un intento por dar con otra opción que garantice la viabilidad de la fábrica en San Cibrao. Acciones que, entiende la aluminera, «ayudarán a la viabilidad del complejo independientemente de que la venta llegue o no a término» e incluyen propuestas para modificar el acuerdo firmado con los trabajadores y otras en el «ámbito laboral» que la compañía presentará al comité de empresa «en más detalle» próximamente. Sin embargo, los trabajadores ya advirtieron en este último encuentro que no aceptarían alterar el pacto sellado, asegurando también que la firma apuesta por un programa de bajas voluntarias y de trasvase de personal entre plantas.
Tendrá puerto otros 3 años
Por otro lado, la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao aceptó ayer la petición de Alcoa de renovar, hasta 2027, su concesión para hacer uso del puerto de la localidad lucense; en concreto, su permiso para el servicio de practicaje de buques –asesoramiento a capitanes mientras realizan maniobras náuticas–, lo que «permitirá la continuidad de esta actividad que la concesionaria del puerto de A Mariña presta con personal propio», detalla en un comunicado. Era, precisamente, una de las solicitudes que la aluminera había trasladado al Ejecutivo central en la reunión del jueves.
El organismo público abunda que «Alcoa disponía ya de una autorización que finalizaba este año» y, «debido a la importancia del servicio para la dársena de San Cibrao, se ha renovado la licencia por un período de tres años». Esta, no obstante, es todavía de carácter «provisional» y concedida mientras se terminan de aprobar los pliegos definitivos que prepara la Autoridad Portuaria «para dar estabilidad a los distintos servicios portuarios», conforme dicta la normativa de Puertos del Estado.
El pronóstico que maneja la planta prevé pérdidas de 500 millones de euros hasta 2026 y que la solvencia no se recupere hasta 2027