Puente ‘vende’ las bonanzas del Gobierno y la oposición da tregua
La designación de Óscar Puente, ministro de Transportes, como el emisario de Pedro Sánchez en la toma de posesión de Alfonso Rueda, no fue acogida precisamente con alborozo en la Xunta. Que el Gobierno optara por uno de sus ministros más polémicos para que le representara en el acto de jura del cargo del presidente gallego, es sólo una de las aristas; la otra, que Galicia está especialmente descontenta con el trato de Moncloa en infraestructuras y, singularmente, transportes. Puente, rizando el rizo, sacó pecho, en declaraciones a los medios, justamente con lo que causa irritación en San Caetano. Tras explicar que había felicitado a Rueda y le había «garantizado lealtad constitucional», correspondida por el presidente gallego, y de comentar que era un día también especial para él, por tener padre gallego (de Sarria, Lugo), Puente ha proclamado que «vienen buenos tiempos para España», y «Galicia, desde luego, no va a quedar atrás». Y ahí acometió de lleno el ‘elefante en la habitación’: la extensión real de la alta velocidad, que de momento, tras décadas de retraso, llega y muere en Orense, por la falta de trenes adaptables a los distintos anchos de vía. Los famosos Avril. Puente recordó que el día 18 se empezarán a vender los billetes, tras recibir Transportes la semana pasada «10 ramas nuevas de Talgo 106»; y que «la operativa tendrá lugar el 21 de mayo». No lo hizo con la modestia que impondría tanta promesa frustrada, sino con autobombo. Rueda, desveló, le pidió detalles sobre el material rodante, y aunque afirmó que se sabrá en breve, terció que lo «importante» es que se pasará de 800.000 a más de dos millones de plazas. También contó que Rueda –que desde luego no perdió el tiempo– le había trasladado que quería reunirse con el comisionado para el Corredor Atlántico. Según el ministro, esto sucederá «de inmediato».
Puente ‘vendió’ las bonanzas del Gobierno tras el acto. Antes de que arrancara, los portavoces en el Parlamento de BNG y PSdeG, Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro desearon al titular de la Xunta «aciertos» y «suerte». «Mano tendida» del Bloque y llamamiento al «diálogo» en el PSOE. El día demandaba enterrar el hacha de guerra y dar una tregua al gobierno.