Rueda elimina las dos vicepresidencias e incorpora cuatro caras nuevas
▶ Aunque aseguró que no habría «revolución», imprime su sello al ejecutivo con varios cambios de calado
EL PRESIDENTE DESIGNA SU NUEVO GOBIERNO
La mochila de Alfonso Rueda encerraba más de una sorpresa sobre la composición del nuevo gobierno gallego. El primero al que en propiedad puede referirse como suyo el presidente de la Xunta, después de hacer apenas unos retoques –no pocos, forzados– en el ejecutivo que heredó hace dos años. La mayor sorpresa: desaparecen las vicepresidencias, lo que retrotrae a la primera legislatura de Alberto Núñez Feijóo (2009). Por debajo del presidente aparece ahora un tridente en el que continúan Diego Calvo y Ángeles Vázquez, hasta ahora vicepresidentes, y al que se suma Román Rodríguez como el más veterano, conselleiro desde febrero de 2015.
Rueda había asegurado que no acometería una «revolución» ni aplicaría un «quebrantamiento total», no en vano el equipo que pilotó la Xunta hasta el 18F formó parte con él de las listas, y todos recibieron el aval de las urnas. Pero a su manera tranquila, sin estridencias, le ha dado una vuelta considerable al calcetín, toda vez que se desprendió de la pátina de interinidad de los dos años previos. Tocaba imprimir el ‘estilo Rueda’; desde el sábado, con la toma de posesión, ‘estilo Galicia’. Y eso ha hecho el presidente, con cuatro caras nuevas, tres salidas, dos consellerías desgajadas, una absorción y un cambio de cromos. Movimientos, plasmados en el decreto que firmó ayer mismo, para que la maquinaria resulte más «eficaz» y «eficiente», avanzó en las largas semanas entre los comicios y el anuncio del gobierno, al filo de las 13.00 del domingo.
Políticos con experiencia
El líder conservador fue dejando, en ese tiempo, pinceladas, en la forma, porque los nombres se guardaron celosamente. Dejó dicho que quería conselleiros que llegasen aprendidos. Y que habrían de ser también políticos. Requisitos que cumplen en parte los cuatro rostros nuevos. José López Campos, con cuatro muescas en su listado de mayorías absolutas en A Estrada, da el salto a la arena autonómica con la cartera de Cultura –que se separa de Educación, como se barruntaba–, Lingua –a la que Rueda quiere dar más peso, para reforzar el perfil galleguista– y Xuventude –que se desliga de Política Social–. De los nuevos, era el único que entraba en todas las quinielas. También de la provincia del presidente, Pontevedra, entra la que fue número 3 en las autonómicas, María Martínez Allegue, que asume Vivenda e Planificación de Infraestruturas, que se unen. Rueda ya dio una pista de lo que confía en sus aptitudes al situarla como viceportavoz parlamentaria. Y le entrega una cartera con protagonismo señalado, en una legislatura en la que el objetivo es construir 4.200 nuevos inmuebles para alquiler social. Menos todavía estaba en el radar el nuevo titular de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, jefe del servicio de Oncología Radioterápica
Sin dar tiempo a que prueben su valía, tanto BNG como PSdeG se apresuraron ayer a criticar el nuevo gobierno de Alfonso Rueda. Lo hicieron actores secundarios: Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro han citado hoy a la prensa para explayarse. La nacionalista Olalla Rodil opinó que el presidente de la Xunta acometió una mera «reorganización». Y que es
del Hospital de Santiago. Un perfil técnico. Había sonado con fuerza José Flores, exgerente del Sergas y ahora al frente del área de Pontevedra. Completa el póquer la nueva conselleira do Medio Rural, María José Gómez. Alcaldesa también, de Guntín (Lugo), senadora, profesora de Inglés en Secundaria y empresaria agrícola. Un premio a la provincia que cosechó los mejores resultados el 18F; y que pasa a contar con dos conselleiros. En lugar de Gómez podría estar Elena Candia, de no ser porque tiene la alcaldía de la ciudad amurallada entre ceja y ceja.
El reverso, las tres salidas. Ya se conocía la de Ethel Vázquez, secretaria de la Mesa del Parlamento desde el 18 de de aplicación el refrán que reza «cambia las cosas para que todo siga igual». La socialista Elena Espinosa criticó que «continúan los principales nombramientos de Feijóo, que reviven un tiempo pasado, de mal recuerdo». Sumado a que siguen «conselleiros que deberían estar cesados» y que «no hay grandes fichajes», en el PSOE no ven «muchos elementos para el optimismo». marzo. Se daba por descontado, y se ratificó, el adiós de Julio García Comesaña en Sanidade, un puesto de enorme desgaste. Se les sumó Elena Rivo. Paso efímero el de la orensana, última en llegar con Alfonso Villares. No dejó huella en estos 10 meses. Mensaje potente de Rueda: no le tiembla la mano si considera que alguien no ha estado a la altura o debe hacerse a un lado, por poco tiempo que lleve en el puesto.
Todos estos cambios generan un efecto dominó del que apenas quedan al margen Diego Calvo (Presidencia, Xustiza e Deportes), Miguel Corgos (Facenda e Administración Pública) y Villares (Mar). Ángeles Vázquez, avalada por su gestión de la ‘crisis de los pélets’, pasa a centrarse en Medio Ambiente y Cambio Climático, con la patata caliente de las energías renovables. Román Rodríguez vuelve a soltar Cultura, pero añade Ciencia a Educación . Fabiola García adhiere, a Política Social, Igualdade. Un área que se desprende de Emprego, que suma Comercio y Emigración: aquí aterriza José González, el único reubicado. María Jesús Lorenzana se queda con Economía e Industria, sin Innovación. Turismo lo conserva el presidente. Doce conselleiros, uno más; siete hombres y cinco mujeres. Hoy toman posesión (9.00) y se reúnen por primera vez en Consello en el Pazo de Raxoi. «Responsabilidad, esfuerzo y compromiso», les demandó ayer su jefe.