El vacío de poder, la clave en el control del Gobierno en la FEF
▶ Si el CSD inhabilita a Rocha, nombrará un interventor propio o de la FIFA
El enredo casi patológico que vive la Federación Española de Fútbol (RFEF) puede empezar a vislumbrar otra luz en el horizonte si, como se espera, hoy o mañana, la comisión directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD) inhabilita provisionalmente a Pedro Rocha, único candidato con avales a la presidencia de la RFEF, y a la junta gestora que ha trabajado con él después de la suspensión de Luis Rubiales.
Si el Consejo interviene la Federación, un caso sin precedentes en la historia del deporte español, se producirá entonces una figura legal que, según las fuentes consultadas por ABC, permitirán que el proceso de regeneración continúe: habrá un vacío de poder en el organismo federativo.
«El Gobierno va a hacer todo lo que tenga que hacer para reconducir una situación inaceptable. La Federación debe alejarse de comportamientos que avergüenzan a todos. Lo exige la sociedad y nosotros como Gobierno. La FEF no puede seguir haciendo daño a España y por eso vamos a actuar», dijo el presidente del CSD José Manuel Rodríguez Uribes en su comparecencia del miércoles en el Congreso.
Las fuentes consultadas dan por hecho que Rocha será suspendido y también la junta gestora que presidía después de expediente que le abrió el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) por faltas muy graves. De esta manera se paralizó la proclamación de Rocha como presidente del fútbol español.
«La Federación tiene una parte privada y otra pública – opina la abogada especializada en derecho deportivo María José López–. Actúa en función pública delegada por el Gobierno. Desde ese punto de vista sí es posible la intervención del CSD, aunque todo depende de cómo lo haga».
El CSD está en constante comunicación con la FIFA para evitar que pueda incurrir en una injerencia en la gestión deportiva de la Federación, cuyo expresidente en funciones Pedro Rocha ha sido imputado por la juez que instruye el caso Supercopa en una denuncia que presentó Miguel Galán contra Rubiales y Piqué por las comisiones y el traslado de este torneo a Arabia.
«Las elecciones, tanto con la Ley del Deporte anterior como con la ley actual, se deberían haber convocado mucho antes. Y la orden electoral que promulgó el CSD ha tardado mucho en salir», analiza la abogada López, que representa a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
«El CSD puede inhabilitar a los órganos de dirección y ante ese vacío de poder, tendría que tomar una decisión – matiza María José López–. Es más fácil justificar una intervención en este escenario en el que el organismo federativo tiene el derecho de soberanía, siempre que haya un vacío de poder. Pivotar sobre una injerencia está presente». Si finalmente se produce la suspensión provisional de Rocha y su junta gestora y se da la situación de un vacío de poder en la Federación al no poder llevar a cabo sus funciones directivas, el CSD tendrá que nombrar a un interventor proveniente del CSD o de la FIFA. En este caso ha trascendido el nombre de Emilio García Silvero, abogado español y director legal de la FIFA que fue uno de los principales actores en la suspensión de Rubiales después del beso no consentido a Jenni Hermoso.
Pero García Silvero, que ya trabajó para la Federación en su día, tiene un problema grave. Su hermano Miguel está siendo investigado por la magistrada Delia Rodrigo en el caso Supercopa y figura en la causa como imputado. Miguel García Silvero era el responsable de infraestructuras de la Federación y fue suspendido de sus funciones.
«Siempre tiene que suceder que la Federación no tenga órganos de dirección que puedan sustituir ese vacío de poder y la deje sin capacidad para actuar, en una situación ingobernable», finaliza María José López.